15 de enero de 2025
Comentario destacado
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Después que me dieron una buenachascha de café de verasjoroschó y algunas viejasgasettas y revistas para mirar mientraspiteaba, vino el primerveco de blanco, el que había firmado el recibo por mí, y dijo: -Ajá, de modo que estás aquí -lo que era decir una vesche muy tonta, pero no sonaba tonta, porque el veco era muy simpático-. Yo soy el doctor Branom -explicó-. Soy el ayudante del doctor Brodsky. Con permiso, te haré un breve examen general de rutina. -Y sacó el viejo esteto delcarmano derecho.- Tenemos que estar seguros de que te encuentras bien,¿verdad? Sí, en efecto, tenemos que estar seguros. -Y allí estaba yo, tendido en la cama, afuera la chaqueta del piyama, y él hacía esto y aquello, y lo otro. Le dije: El taxista detuvo el motor. El astrólogo tenía la cara al nivel del borde inferior de la ventanilla, junto a la palma de mi mano. Levantó los ojos, me miró de allá abajo con mucha fijeza, volvió a bajarlos. Sujetándome la muñeca, sacó de alguna parte una lupa descomunal. de Villa del Mar Ahora, el silencio se posaba sobre esta orilla aérea de la ciudad. En el río, la oscuridad viraba al morado. Los apuntes de Sicardi eran tan impecables, tan perspicaces, que le devolvían la fe en la inteligencia humana. –O este hijueputa apaga esas sambas o lo mato o me mata o me mato yo. Dije que no estaba nada seguro de estar riéndome y vos aclaraste que no era exactamente reír, no a carcajadas, sino más bien una sonrisa. Iba a enojarme, pero me reí. Me reí de verdad. ¡Abrió tamaños ojos de incredulidad metafísica! ¡El mandón mandado! Y le empezó la taquicardia. A Cuba le recomiendo una actitud similar frente al tirano: voluntad inquebrantable y decidida acción. –¿Cómo? –Nunca estuve en Jerusalén -dijo ella, melancólica-. Siempre quise. Camargo hizo rodar hacia atrás su sillón unos centímetros y puso los pies sobre el escritorio: su pose preferida para pensar. Necesitaba estrategias nuevas de investigación. O un golpe de dados que fecundara el azar. ¿Por qué no buscar al tipo que filmó el video? El video había llegado a manos del diputado opositor enun sobre anónimo, y los agentes de inteligencia del gobierno no habían conseguido rastrear al responsable. Quizás en la embajada de Estados Unidos supieran algo, pero si el video se había filtrado desde allí -como suponía Camargo-, nadie soltada la lengua. Los editores tomaban notas afanosas en sus libretas, y los televisores, a sus espaldas, repetían las mismas historias: soldados de la República Popular China entrando en Hong Kong, el culo de Salma Hayek, neumáticos cruzados en la ruta 9, cerrando el acceso a la ciudad de Salta. Otro de los enviados especiales había visto al presidente en Guaminí, sentado sobre una roca junto a las ruinas de la zanja que Adolfo Alsina había ordenado cavar en 1875 para detener las invasiones del cacique Namuncurá, y que desde entonces no cesaba de abrirse paso hacia el centro de la Tierra. Miles de animales habían caído en la grieta de trescientos kilómetros de largo y de una profundidad que la erosión de los suelos volvía insondable. En la penumbra, los vahos de podredumbre eran fosforescentes y atraían a las hormigas y a los escarabajos, pero no había ser humano que los resistiera. El presidente estaba allí, sin embargo, en situación de ayuno y penitencia. «¿Liendo?», decía el enviado a Guaminí. «¿Me grabás, Liendo?» «Te recepciono perfectamente», respondió el tal Liendo. «Voy a ponerte al primer mandatario en el aire. Aquí lo tengo, en exclusiva, desde el sur de la provincia de BuenosAires.» La transmisión era impecable hasta ese momento, pero apenas Liendo dijo: «Muy buenas tardes, señor», los graznidos de la estática irrumpieron en la sintonía y no permitieron oír. –Lo sabes perfectamente. Contéstame. ¡Húsares, blandengues, granaderos… Gritos y aplausos. Espósito deja de observar el cuadro y mira hacia el tumulto. Un ambiguo bigotudo de largas patillas y pelo ensortijado acaba de aparecer en la sala. Otro muchacho sorprendente y volátil. Como si la cabeza de Facundo Quiroga viniera injertada en el cuerpo de la princesa del cuadro. Trae una gran bandeja en el extremo de su brazo aéreo y peludo. Entra y dice: XV .

Lou Nicholes
Presentando Family Times: Lou Nicholes

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¿QUÉ SACÓ DE TU TIEMPO DE SILENCIO HOY?

Esta es una pregunta que Jack Wyrtzen me hizo en una conversación telefónica hace muchos años. Me gustaría hacerte la misma pregunta. Me quedé sin palabras porque no tenía un plan para leer la Palabra de Dios todos los días y compartirla. Como resultado, esta pregunta cambió el curso de mi vida al leer la Palabra de Dios y compartir mis pensamientos con mi familia y otras personas todos los días. Si deseas recibir estos pensamientos, solo haz clic en el botón a continuación y es gratis .

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Somos una familia misionera que ha ministrado con Word of Life Fellowship desde 1962. Esta es una organización internacional de jóvenes fundada por Jack Wyrtzen, con sede en Schroon Lake, Nueva York. Lou Nicholes creció en una pequeña granja en el sureste de Ohio.

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