15 de enero de 2025
Comentario destacado
Verizon business account plans
–Quiero caviar. –Te pertenecés a vos porque pertenecés a otro. –Un dedo. La voz de Verónica, unos pasos detrás de mí. Y si yo necesitaba algo para saber qué me estaba pasando desde que me quedé solo en aquella casa, esa palabra era suficiente. No sólo la palabra, el tono apagado de la voz, su sedoso imperativo de valva dorada. Lo que yo tenía era miedo. Me doy vuelta y la miro. Hay miradas y miradas. La mía pertenece enteramente a las del primer tipo. Es una mirada sorprendida, juvenil y tan kingdom by the sea, que, si no logro disimularla, voy a tener que tirarme a la calle por alguna ventana. –Perdón -dije-. Aunque no entiendo por qué tengo que pedir perdón yo… Las rebanadas de pan te las comías vos -me oí decir-. Contame lo del pelo. –Bien, según mis cuentas ahora comienzas a sentirte mejor, ¿no es así? –¿Y Santiago? Jamás sospeché que una poesía tan luminosa se me albergara en las tripas. Y aunque mi deseo era acabar en las de los gallinazos para alzar con ellos el vuelo, no se me dio. Aquí no hay gallinazos. Aquí lo que hay son priístas: aves carroñeras que se arropan con la bandera tricolor y se alimentan de los despojos de México. –Juana. Tomando hacia ninguna parte por la calle Maracaibo desembocamos en Junín. Al pasar por el Salón Versalles recordé que llevaba días sin comer y le pregunté al muchacho si había almorzado. Me contestó que sí, que antier. Entonces invité a almorzar al faquir. Acto seguido le apagué el asqueroso aparato. El consabido «hijueputa» esta vez no me lo dijo ni le mandó a nadie que se lo volviera a prender: creo que por fin captó en su cabecita hueca que su marido, su sirvienta, se le estaba yendo. Yo no soy novelista de tercera persona y por lo tanto no sé qué piensan mis personajes, pero esta vez, por excepción, si les voy a decir en qué pensó la mala de la telenovela: «¿Y ahora a cuál de los que quedan voy a agarrar de sirvienta?». Eso fue lo que pensó en su almita negra la Loca, y si no que me desmienta Dios. Lo de la belleza mía fue así: desnudo y en plena erección, se levantó de la cama el angelito y de la mochila en que traía dizque el uniforme del gimnasio sacó un cuchillo feo, filudo, furioso, de carnicero. Yo me abalancé sobre mi ropa y con ella salí del cuarto y tratándome de vestir (a la carrera no me fuera a sorprender el lector en semejante facha) bajé a tumbos la escalera. Y él a tumbos detrás de mí, terriblemente excitado y blandiendo el vulgar cuchillo. Así pasamos por la recepción del hotel y yo sal¡ a la calle a medio vestir. Él se detuvo en el portón, frenado en seco por la luz deldía. ¡Cómo no le tomé una foto ahí, en esa pose, así, con las dos armas en ristre, desnudas, desenvainadas, para mandársela a César Gaviria a la OEA! –Es imposible que no lo oigás. Es un sonido fuertísimo. Dice «gruac, gruac, gruac, gruac…». –¿Adónde vas, puta? -le grité mientras se iba dejando en el ciruelo enredados jirones de sus velos de ceniza-. ¿Vas por el Papa, o qué? Andá pues de carrera por ese viejo mariquetas pero no te tardés que aquí hacés mucha falta. En este país de mierda sobran como cuarenta millones. Llevátelos a todos, incluyendo a las bellezas si querés, que total de unos años para acá ni se les para. Han caído en una impotencia rabiosa y sólo copulan para parir. Te lo digo yo, mujer, que conozco íntimamente a todos estos hijos de puta. –Y no sólo a mí. Ya hubo uno que a los siete había descubierto su alma negra. Pero no fue la mano de una prima, sino la de su hermana. Es una sospecha que tengo sobre la locura de Nietzsche. La marihuana, como dije, le devolvía el apetito, pero cada vez menos y menos. Y un día, cuando las cosas no podían estar peor y la diarrea le había vuelto porque la sulfaguanidina había fracasado (¡cómo no iba a fracasar con la sal que nos echaron los médicos!), me salió con que dejaba la marihuana, con que ya no volveríaa fumar más..

Lou Nicholes
Presentando Family Times: Lou Nicholes

¿Por qué no te comprometes a tener devociones diarias con nosotros todos los días de este año? Regístrate al final de la página para recibirlas en tu correo electrónico todos los días. ¡Deja que Dios haga algo especial en tu vida! 

¿QUÉ SACÓ DE TU TIEMPO DE SILENCIO HOY?

Esta es una pregunta que Jack Wyrtzen me hizo en una conversación telefónica hace muchos años. Me gustaría hacerte la misma pregunta. Me quedé sin palabras porque no tenía un plan para leer la Palabra de Dios todos los días y compartirla. Como resultado, esta pregunta cambió el curso de mi vida al leer la Palabra de Dios y compartir mis pensamientos con mi familia y otras personas todos los días. Si deseas recibir estos pensamientos, solo haz clic en el botón a continuación y es gratis .

  • Te llegará por correo electrónico diariamente o una vez a la semana, según elijas.
  • Le llevará a través de la Biblia en 6 años, frase por frase o tema por tema.
  • Llega a ti en pequeños fragmentos de unos pocos versículos cada día.
  • Podrás elegir cualquier versión de la Biblia que quieras leer con un solo clic.
  • Después de leerlo puedes escribir tus pensamientos y aplicaciones si así lo deseas.
  • Luego puedes hacer clic en mi comentario que incluye una explicación sencilla del contenido, una ilustración práctica y una aplicación personal.
  • Hay una página de oración y alabanza de los misioneros que cambia semanalmente.
  • Hay un versículo para memorizar semanalmente que corresponde con lo que estás leyendo.
  • Hay un lugar donde puedes escribir tus pensamientos o hacer preguntas diariamente.

Somos una familia misionera que ha ministrado con Word of Life Fellowship desde 1962. Esta es una organización internacional de jóvenes fundada por Jack Wyrtzen, con sede en Schroon Lake, Nueva York. Lou Nicholes creció en una pequeña granja en el sureste de Ohio.

Continuar