15 de enero de 2025
Comentario destacado
Sissy assignments
No sé por qué pero López, con perdón de ustedes si así se llaman, me suena a ratero cínico. Es que aquí hay tantos… López M., López C, López T. Etcétera, etcétera, etcétera. A veces los unos son los hijos de los otros pero no siempre porque también en ocasiones, por guardar el celibato,hay López que se van a Roma a casarse con el primer guardia suizo que encuentran. López me sugiere un zorro o una comadreja que se escapa por entre los matorrales con su presa, la gallina que se robó. No es culpa mía, es cuestión de semántica. Qué culpa tengo yo si los apellidos me sugieren cosas… ¡Zorros voraces! Después, impunes, todos despatarrados, se van los López a banquetiarse la gallina y a rascarse las pelotas. Ya ni se ríen: todo tesoro público que les entra a sus bolsillos sin fondo se les hace cosa natural. –Miles -dijiste secamente-. Y también los que parezco. –No estaba porque no fui. -Me mirabas, sonriendo. -¿Había que ir? Lo raro era la confusión sobre el lugar. A dos de los enviados especiales, el presidente les había pedido que lo acompañaran a la estancia La Unión, situada a tres kilómetros de Los Toldos, donde, luego de arrodillarse ante las ruinas del catre donde Evita Perón naciera casi ochenta años atrás, se tendió sobre una bolsa de dormir y bebió un vaso de agua. Los enviados le oyeron decir con un hilo de voz: «Penitencia, penitencian. Les pareció que sollozaba, pero nunca lo supieron con certeza: una repentina escolta militar en uniforme de fajina los alejó del sitio con malos modales. En efecto, irónico colegial. Como tu comunismo y como Dios.Credo quia absurdum est,dijo Tertuliano. Por lo demás, que yo esté fuera de Esteban es muy espantoso, lo admito. Pero que venga Esteban, que ya está en vos, en tu propensa cabeza, que no deambule yo entre mis hermanos prepósitos del aire bajo las bóvedas del cielo, sino bajo tu bóveda craneana, no es el mejor modo de echarme. Es nuevamente dos cosas. O bien ya estoy instalado en el sitio de las operaciones brillantes, en el lugar del hecho, o bien -pues quedamos en que si yo no existo semejantes ideas son tuyas- o bien que vos tenés, nada menos, una idea semejante. La idea de estar poseído por el Diablo. –Ahora me explico tu interesante disertación sobre las mujeres -oyó a su espalda-. Se ve que sos todo un hombrecito. Pero eso es la muerte. –Será nuestro auténtico cristiano -estabacrichando el doctor Brodsky- dispuesto a ofrecer la otra mejilla, dispuesto a dejarse crucificar antes que a crucificar, que se enfermará ante la mera idea de matar siquiera a una mosca. -Y era cierto, hermanos, porque cuando dijo eso pensé en matar una mosca, y comencé a sentir una ligera náusea, pero ahogué la sensación imaginando que yo alimentaba a la mosca con pedacitos de azúcar, y la cuidaba como a un animalito regalón, y toda esacala.- Recuperación -crichó el doctor Brodsky-. Alegría ante los Angeles del Señor. –Si depende de mí, no. Mi diario no cree una sola palabra de lo que dice tu jefe. A mi diario no lo puede asustar ni comprar. –Dame los pantalones. El delirio alcohólico debe ser algo así. O hasta un poco mejor. Conseguido el Eutanal, fui con mi hermano Carlos a donde elúltimo amigo que le quedaba a papi, Víctor Carvajal, a avisarle que papi se moría. La Loca, con su roñoso egoísmo, no quería que nadie se enterara para poderse disfrutar ella sola toda su muerte. Pero una cosa es lo que quería ella y otra muy distinta lo que quería yo. Unos meses antes, sinalcanzar a tomarse siquiera el aguardiente de la despedida, por el trillado camino de la muerte se nos había ido el otro cercano amigo de papi, Leonel Escobar. Pues mientras caminábamos rumbo a la casa de Víctor rumiando la tristeza, recuerdo que una repentina felicidad nos invadió porque nos pusimos a recordar el entierro espléndido que le hicieron a Leonel sus hijos, durante el cual se bebieron, entre ellos y otros deudos, y entre rezo y rezo del cura y canción y canción de los serenateros, ciento cuarenta botellas de aguardiente que se dicen rápido, una gruesa. Una gruesa se bebieron los cabrones en botellas de aguardiente a la salud del difunto, o mejor dicho en su recuerdo. ¡Y pensar que el pobre Leonel al final no podía ni probar al inefable! –¿Con el bien o sin el bien, no te suena eso, Norita, como a redundancia? Para eso han estado siempre los médicos, para desbarrancarnos, con la bendición del cura, en el despeñadero de la eternidad. –No lo hizo con mala intención. Lo hizo porque sabe que te puedo conseguir un departamento nuevo por la mitad de lo que te costaría uno más chico y más viejo. –Robo y golpes. Dos hospitalizados. ¿Dónde estuvieron esta noche? El editor se enreda en una disculpa confusa. El día anterior, dice, ya han abrumado a los lectores con dos títulos sobre aviación, y ahora tiene a cuatro columnas la foto del Concorde, que cae en llamas sobre un suburbio de Paris, más la noticia de que ciento trece personas han muerto en el accidente. Tal vez sea preferible destacar el fracaso de la cumbre entre palestinos e israelíes o llevar a tres columnas el acuerdo para congelar el precio de los medicamentos hasta fin de año. Maestro adelantó la cara y habló en voz baja, marcando las sílabas: Paró el taxi frente a mi casa, le pagué el viaje al asesino, bajé con la maleta, toqué y me abrió el Gran Güevón, que ni me saludó: se dio medía vuelta y se fue dejándome en la puerta de entrada con el saludo en los labios y la maleta en la mano. Descargué la maleta en el piso y en ese instante vi a la Muerte en la escalera. –Así es -dijo D. B. da Silva, exhibiendo los treintasubos-. Descansa. Traté de olvidar qué cosa desagradable había estado a punto de ocurrirme, y en qué esferas, y, por un procedimiento que me recuerdo usando desde la niñez, hice descender lentamente en algún sitio dentro de mi cabeza una compuerta pesadísima. Santiago entonces me preguntó algo y yo contesté cualquier disparate. La puntada de la noche anterior, alojada todavía en el centro de la nuca, se dilató espesamente. Un dolor familiar, un modo de tener cerebro..

Lou Nicholes
Presentando Family Times: Lou Nicholes

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¿QUÉ SACÓ DE TU TIEMPO DE SILENCIO HOY?

Esta es una pregunta que Jack Wyrtzen me hizo en una conversación telefónica hace muchos años. Me gustaría hacerte la misma pregunta. Me quedé sin palabras porque no tenía un plan para leer la Palabra de Dios todos los días y compartirla. Como resultado, esta pregunta cambió el curso de mi vida al leer la Palabra de Dios y compartir mis pensamientos con mi familia y otras personas todos los días. Si deseas recibir estos pensamientos, solo haz clic en el botón a continuación y es gratis .

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Somos una familia misionera que ha ministrado con Word of Life Fellowship desde 1962. Esta es una organización internacional de jóvenes fundada por Jack Wyrtzen, con sede en Schroon Lake, Nueva York. Lou Nicholes creció en una pequeña granja en el sureste de Ohio.

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