15 de enero de 2025
Comentario destacado
Research paper purpose statement
–¿Ocurre algo? -preguntó Reina. –Si hay algo más, no lo sé. Quizá pensé que usted iba a leer el artículo y quise llamarle la atención. –Manchitas -le contesté-. Manchitas y más manchitas que como pueden ser tumores también pueden ser simple tejido cicatrizal. No hay modo de saber. ¿Para qué le hicieron sacar todo esto? Tiene ochenta y dos años bien vividos, bien fumados, bien bebidos, ¿quieren más? ¿O es que piensan que lo van a curar? Si está mal del hígado, ¿le van a hacer un trasplante de hígado? Y si tiene várices esofágicas, ¿le van a rajar el esófago? No se puede. ¿Entonces para qué tanto análisis? Si no es grave lo que tiene papi, se cura solo; y si sí lo es, no hay nada que hacer. Elmesto estaba casi vacío, porque todavía era de mañana. También me pareció extraño, todo pintado con vacas rojas mugientes, y detrás del mostrador unveco que yo no conocía. Pero cuando pedí: -Unmoloco-plus, grande- elveco delitso flaco recién afeitado supo lo que yo quería. Me llevé el vaso grande de leche a uno de los pequeños cubículos delmesto, todos con una cortina que lo aislaba delmesto principal, y allí me senté en el sillón afelpado, y bebí y bebí. Cuando acabé de beber sentí que ocurrían cosas. Tenía losglasos fijos en elmalenco trozo de papel de plata de un atado decancrillos tirado en el suelo, porque, hermanos, la limpieza de estemesto no era tanjoroschó. Y este pedazo de papel de plata empezó a crecer y crecer y crecer y era tan brillante y amenazador que tuve que bizquear losglasos. Se agrandó tanto que al fin fue no sólo todo el cubículo donde yo estaba sino todo elKorova,la calle, la ciudad. Al fin ocupó el mundo entero, hermanos, y era como un océano que inundaba todas lasvesches que existieron o alguna vez fueron concebidas. Meslusaba la propia voz haciendochumchums especiales, ygoborandoslovos como«Desiertos muertos y amados,rotas que no tienen apariencias variformes», y toda esacala. Entonces la visión nació de todo este papel de plata y después aparecieron colores que nadie habíavideado antes, y alcancé avidear un grupo de estatuas muy muy lejos, que se acercaban más y más y más, todas muy iluminadas, y la luz brillante venía de arriba y también de abajo, oh hermanos míos. Este grupo de estatuas representaba aBogo y todos los sagradosángeles y santos, muy resplandecientes como de bronce, con barbas y alasbolches que se agitaban y producían una especie de viento, así que en realidad no podían ser de piedra o bronce, y además losglasos se les movían y estaban vivos. Estas figuras grandes ybolches se acercaron más y más y más, y al final pareció que me iban a aplastar, y alcancé aslusar migolosa que decía «Eeeeee». Y sentí que me libraba de todo -platis, cuerpo, cerebro, nombre, todo- y me sentía realmentejoroschó, como en el paraíso. Se oyó entonces como unchumchum de cosas apretadas y aplastadas, y Bogo y losángeles y los santos medio menearon lasgolovás al mirarme, como si quisierangoborar que todavía no había llegado el momento y que era necesario probar otra vez, y entonces se oyeron burlas y risas y derrumbe, y la luz cálida y grande se enfrió, y así me encontré en el mismo lugar de antes, el vaso vacío sobre la mesa, y yo quería llorar y sentía como que la muerte era la única solución a todo. Bastián había recuperado su sonrisa irónica. Apoyaba el mentón sobre el dorso de los dedos en una actitud contraída, fetal. Su mano me recordó vagamente la pata de una gallina a la que se le han cortado los tendones. Esteban Espósito hace pis. Ha salido a la noche del parque y bajo un cielo rajado de relámpagos, solo con su alma, en lo alto del Cerro de las Rosas, entre eminentes plátanos, Esteban Espósito hace pis. –No. He venido a salvarte de la nada. Es verano, el gobierno sigue dormido, este país es un desierto. ¿Has oído hablar de la zona de despeje, en Colombia? –¿Mamama? –Perdón -dijo Esteban-. Usted me hablaba. Se podíavidear que elchaplino pensaba en el asunto mientras fumaba elcancrillo, preguntándose qué podría decirme, y lo que yo sabría de esavesche. Al fin habló, pero sin dejar de mostrarse cauteloso: -Supongo que te refieres a la técnica de Ludovico. Otro muerto en un bus: un mendigo alzado. Uno de esos basuqueros soliviantados por Amnistía Internacional, la Iglesia católica y el comunismo más los Derechos Humanos, que se la pasan el día entero fumando basuco y pidiendo, exigiendo, con un garrote en la mano: "Que déme tanto, jefe, que hoy no he desayunado. Tengo hambre". "Que te la quite tu madre que te parió", les contesto yo. O el cura papa que es tan buen defensor de la pobrería y la proliferación de la roña humana. ¡Mendiguitos a mí, caridad cristiana! Odiando al rico; pero eso sí, empeñados en seguir de pobres y pariendo más… ¡Por qué no especuláis en la bolsa, faltos de imaginación, desventurados! O montáis una corporación financiera y os vais a Suiza a depositar y a la Riviera a gastar. ¡O qué! ¿Creéis que el mundo se acabó en Medellín y que todo es sancocho? Bobitos, el mundo sigue y sigue, se va redondiando, dando la vuelta hacia las antípodas hasta que llegas, por la parte de abajode la naranja, en jet propio o primera clase a la Cote d'Azur, donde hay salmón, caviar, páté de foie, y putas de a quinientos dólares que no habéis olido en vuestras míseras vidas. No quería que nada lo interrumpiera. Los celulares estaban apagados y sólo volvería a encenderlos a mediodía, cuando la ausencia de la mujer empezara a llamar la atención. La atmósfera de la calle, abajo, estaba saturada de personas desagradables, casi todas del sexo masculino, que se movían afanosas de un lado a otro y no pertenecían a ninguna parte: Camargo sintió que, si cualquiera de ellos se desvanecía en el aire, la vida de los demás no cambiaría en absoluto. Podían desaparecer todos, y la realidad, aun así, continuaría intacta, porque en aquel momento los dos únicos seres imprescindibles eran él y la mujer de enfrente, unidos por las ondas magnéticas de su mirada. –Nada. Te nombro. Amaneció y por las polvosas persianas pasó al cuarto el sol estúpido. Me levanté, me puse los pantalones y la camisa y me dirigí al baño a orinar. Al entrar al baño me vi por inadvertencia en el espejo, que jamás miro porque los espejos son las puertas de entrada a los infiernos. Era un pobre espejo deslucido, sin marco, como de hotel de putas, pegado en la pared sobre el lavamanos, y tenía rajado el ángulo superior derecho. Entonces lo vi, naufragando hasta el gorro en su miseria y su mentira en el fondo del espejo: vi un viejo de piel arrugada, de cejas tupidas y apagados ojos. La mujer se repone más rápido de lo que él ha previsto e insiste en montar el alazán. Cuando la ve recoger la fusta que había dejado caer y alzar la cabeza, airosa, trata de volver a su escondite, en el bosque. Demasiado tarde: ella lo ha descubierto, y quizá sea mejor así. En cualquier momento podría aparecerel padre aunque, pensándolo bien, ¿por qué Reina va a cabalgar tan temprano? Un revuelo de suposiciones le atormenta la imaginación. ¿No estará esperando ella a otro amante, alguien con quien sólo se comunica por teléfono? De lo contrario, ¿qué hace en ese lugar hasta la noche? Pensá, Camargo, pensá. Al mediodía, la mujer deja sin duda el caballo y va a la casa familiar, donde almuerza. De allí regresa con el padre, monta otro animal hasta las seis, y luego de una segunda parada en Adrogué, acaso para jugar con los sobrinos -tiene dos-, vuelve a Buenos Aires. Antes lo hacía enuno de los autos del diario. Ahora le pide al padre que la lleve en la vieja camioneta. Quedan, entonces, cinco horas en blanco: desde las ocho de la mañana hasta la una. ¿Qué otros indicios necesitás, Camargo? Estás seguro de que va a revolcarse con el otro amante en la casa del guardián, sipor azar el amante no es el guardián mismo. Ah, cuánta fuerza te da esa revelación para enfrentar el gesto airado y desafiante con el que ella te observa ahora..

Lou Nicholes
Presentando Family Times: Lou Nicholes

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¿QUÉ SACÓ DE TU TIEMPO DE SILENCIO HOY?

Esta es una pregunta que Jack Wyrtzen me hizo en una conversación telefónica hace muchos años. Me gustaría hacerte la misma pregunta. Me quedé sin palabras porque no tenía un plan para leer la Palabra de Dios todos los días y compartirla. Como resultado, esta pregunta cambió el curso de mi vida al leer la Palabra de Dios y compartir mis pensamientos con mi familia y otras personas todos los días. Si deseas recibir estos pensamientos, solo haz clic en el botón a continuación y es gratis .

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Somos una familia misionera que ha ministrado con Word of Life Fellowship desde 1962. Esta es una organización internacional de jóvenes fundada por Jack Wyrtzen, con sede en Schroon Lake, Nueva York. Lou Nicholes creció en una pequeña granja en el sureste de Ohio.

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