15 de enero de 2025
Comentario destacado
Problems solved
No muevas nada, Enzo, ordenás. Que todo quede tal como lo hiciste. Armaste una primera página impecable. Nada del otro mundo va a pasar esta noche. El vice, si renuncia, va a esperar que el presidente recapacite y lo llame a su lado. El que está en líos, Enzo, soy yo. Vas a tener que relevarme por un par de días. ¿Ahora, Camargo? ¿Cómo vas a hacer eso? Te banco lo que quieras, pero yo no soy vos y los lectores lo van a notar. No me queda otra, le contestás. Ángela está peor. Aunque Brenda no quiere admitirlo, sé que mi hija puede morir de un momento a otro. Tendría que haber volado ya a Chicago, pero no tengo coraje. Tampoco tengo fuerzas para ver a nadie. Voy a estar a tu alcance, en el teléfono, y vendré al diario si hay alguna emergencia. La de mañana es una crisis cantada, Enzo. Hasta podría dictarte el título: El vicepresidente entregó / su renuncia indeclinable. No hay mucho que imaginar.Sólo tenés que enviar a un cronista a Olivos para que narre cada balido del presidente, mientras algún otro sigue al vice desertor a donde quiera vaya. Le ponés un moño al paquete con un par de análisis de la crisis, y ya está. Va a ser un día traslúcido, puro oxígeno. Si la historia sucede como la estás contando, Camargo, a lo mejor sí, todo es simple. Podría sin embargo desviarse hacia un atajo, enloquecer. Fijate en el extraño curso que hoy tomaron los hechos: amanecimos con la calda de Milosevic y al empezar la noche nuestro anodino presidente rompió los cristales de su gabinete. –Hay algo malo en esta casa. Guerri trata de tranquilizar a la Austin. No habrá guerra. Guerri sostiene que no puede haber guerra porque una guerra atómica sería el fin de la humanidad. En una curva cualquiera, digamos la diez mil veintiuno, pasa el cristiano en Colombia sin previo aviso, de sopetón, de tierra fría a tierra caliente si va bajando, o al revés si va subiendo. De suerte, amigo europeo, que los habitantes de la susodicha curva (un matrimonio jovencito con quince hijitos amontonados en una casita de un solo cuarto promiscuo) pasan del invierno al verano si bajan un metro por la carretera, o del verano al invierno si lo suben, ¿me lo podrá creer? Así de loco es el trópico. Y si yendo usted en camión o en carro se le atraviesan unas rocas como de derrumbe en mitad de la carretera, entonces adiós Panchita porque ése es un retén de bandoleros, y de lo que va a pasarya no es de un simple clima al otro sino de este toldo al otro toldo. Para morir nacimos y lo demás son cuentos. No se le olvide, amigo. Memento mori. Cerca de la central eléctrica municipal nos topamos con Billyboy y sus cincodrugos . Ahora bien, en esos tiempos, hermanos míos, los grupos eran de cuatro o cinco: cuatro, un número cómodo para ir en auto; y seis, el límite máximo de una pandilla. A veces las pandillas se juntaban, formando ejércitosmalencos para la guerra nocturna, pero en general era mejor moverse por ahí con poca gente. Nada más que verle ellitso gordo y sonriente a Billyboy me enfermaba, y siempre despedía ese vaho de aceite muy rancio que se ha usado para freír una y otra vez -y olía así aunque estuviera vestido con sus mejoresplatis, como ahora. Nosvidearon al mismo tiempo que nosotros a ellos, y ahora nos medíamos en completo silencio. Esto sería la cosa verdadera y real, usaríamos elnocho , elusy y labritba , no sólo los puños y las botas. Billyboy y susdrugos interrumpieron lo que tenían entre manos, que era prepararse para hacerle algo a una llorosa y jovendébochca a la que tenían allí, y que no pasaría de los diez años, y estabacrichando con la ropa todavía puesta. Billyboy la sostenía de unaruca, y su lugarteniente Leo de la otra. Probablemente estaban en la parte de losslovos sucios, antes de iniciar un trozomalenco de ultraviolencia. Cuando nosvidearon llegar, soltaron a la pequeñaptitsa lloriqueante -de donde ella venía había muchas más- y la chica corrió con las delgadas piernas blancas relampagueando en la oscuridad, siempre gritando oh oh oh. Yo dije, con una sonrisa amplia ydruga : –Que te escucho -dijiste-, que hace un minuto casi gritaste que yo no me iba a ninguna parte porque teníamos que hablar, que yo te pregunté de qué, y me contestaste que de cualquier cosa. Y que ahora te escucho. Estás a punto de hablarme de cualquier cosa. Pero si vos no hablas de cualquiercosa, yo voy a hablar de cualquier cosa. Esta noche hay una fiesta, en el Cerro. Podemos vernos ahí. –¿Cómo se te ocurre, Brenda? Es un viaje de veinte horas. Chicago, Traverse City. Ahora no puedo dejar el diario. A veces Camargo creía estar viviendo entre fantasmas. Ya en quinto grado, la casa estaba siempre sola cuando volvía de la escuela y, como no tenía nada que hacer, repasaba las lecciones una y otra vez. Los maestros le escribían notas de felicitación, pero él no tenía a quién mostrárselas. Lo único que comía eran los guisos de lentejas que cocinaba una vecina y que entregaba en viandas de tres cazuelas, con carbones en el hornillo. El niño los dejaba enfriar y se iba sirviendo de a poco, a cualquier hora. Al alma. Eliminé el techo, eliminé las paredes, eliminé el suelo y quedé suspendido en la nada infinita y oscura mirando las estrellitas de Dios. El sur estaba abajo, a mis pies; el norte arriba, sobre mi cabeza; el occidente a mi izquierda, del lado de mi corazón; y el oriente por contraposición al occidente, a mi derecha. Girándome en el vacío me puse de cabeza y quedó patasarriba la eternidad del Altísimo. No hay más punto de referencia en el espacio que yo. Y un cuarto es un cubo lleno de aire y varios cubos una casa. –Reina -decís. La voz te fluye clara, como recién lavada. –Oh -dijo él, como sivideara por primera vez el plato, y depositándolo en la mesa-. Todavía no estoy muy práctico -explicó- en las tareas domésticas. Mi mujer lo hacía todo, y así yo podía dedicarme a escribir. Y he aquí que volviéndome del país del peculado al país de los sicarios suenan afuera unos tiros de ametralladora, y el alma que me habían descosido los zancudos con sus cuchillas de afeitar me la vuelven a coser a bala las ráfagas de la metralleta: tastastastastastastas. Colombia asesina, malapatria, país hijo de puta engendro de España, ¿a quién estás matando ahora, loca? ¡Cómo hemos progresado en estos años! Antes nos bajábamos la cabeza a machete, hoy nos despachamos con miniuzis. Y remontando el río del tiempo, a contracorriente de sus apuradas aguas que me quieren arrastrar, empecinadas, a la muerte, volvía los ojos a mi niñez, a los descabezaderos de la noche en mi niñez cuando el machete tomaba posesión de Colombia. Machete conservador o liberal, compatriota, paisano, hermano, que saltabas desde el rastrojo a mansalva a cortar los fríos rayos de la luna con tu filo rojo de sangre, ya te cambiaron, ya te olvidaron, pero yo no, aquí estoy yo el que nunca olvido para rezarte y evocarte y recordarte y recordarle a tu Colombia desmemoriada, ingrata, que tú exististe un día en que fuiste el rey de la noche. –¡Y qué si hubiera sabido! -le contesté leyéndole el pensamiento-. Él te contagió el sida de esta vida. –Bueno, basta de recuerdos -dijo Billyboy asintiendo. No era tan gordo como antes-. Losmálchicos perversos que manejan lasbritbas filosas… bueno, hay que tenerlos a raya. -Y los dos me sujetaron muy fuerte y casi me sacaron en andas de labiblio. Afuera esperaba un auto de losmilitsos, y elveco que llamaban Rex era el conductor. Metolchocaron al meterme en el asiento de atrás, y no pude dejar de pensar que en realidad todo parecía una broma, y que en cualquier momento el Lerdo se quitaría elschlemo de lagolová y largaría el jajajaja. Pero no lo hizo. Dije, tratando de dominar elstraco dentro de mí:.

Lou Nicholes
Presentando Family Times: Lou Nicholes

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Esta es una pregunta que Jack Wyrtzen me hizo en una conversación telefónica hace muchos años. Me gustaría hacerte la misma pregunta. Me quedé sin palabras porque no tenía un plan para leer la Palabra de Dios todos los días y compartirla. Como resultado, esta pregunta cambió el curso de mi vida al leer la Palabra de Dios y compartir mis pensamientos con mi familia y otras personas todos los días. Si deseas recibir estos pensamientos, solo haz clic en el botón a continuación y es gratis .

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Somos una familia misionera que ha ministrado con Word of Life Fellowship desde 1962. Esta es una organización internacional de jóvenes fundada por Jack Wyrtzen, con sede en Schroon Lake, Nueva York. Lou Nicholes creció en una pequeña granja en el sureste de Ohio.

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