15 de enero de 2025
Comentario destacado
One case study
–Qué hago acá yo, entonces -dijo Insiarte-. ¿Me voy para Jáchal, me voy para La Unión? Lo mejor es que llame a Camargo por el celular. Era un edificio presuntuoso y sucio detrás de lo que había sido alguna vez el Mercado de Abasto. La calle estaba sombreada por árboles espesos y a la vez raquíticos: ejemplares que aún guardaban memoria de su antigua fortaleza y que sin embargo estaban al borde de la ruina y el fin. Así era todo alrededor: casas de altas verjas y patios con muros de hiedra y mujeres que lavaban la vereda, y bares con olor a cerveza fermentada donde alguien había cantado tangos alguna vez, hasta que todo había decaído y terminado. Se alzaba un sol candente, blanco, y sin embargo la calle estaba en penumbra, coma si el sol la desdeñara. Estaba oyendo un recuento, un balance, de las sinvergüencerias del Congreso en el año que pasó. ¿Se prohibe? ¿Y esos gallinazos qué? ¿Qué era entonces ese ir y venir de aves negras, brincando, aleteando, picoteando, patrasiándose para sacarle mejor las tripas al muerto? Como un niño travieso, haga de cuenta usted, jalándole la cuerda a un payasito de cuerda que ya no hará más payasadas en esta vida. ¿El cadáver de quién? ¡Y yo qué sé! Nosotros no lo matamos. De un hijo de su mamá. Me gustaría saber en qué pensaba, dijo Lalo, porque lo razonable hubiera sido buscar las sierras del oeste, meterse en los bolsones y tratar de pasar a La Rioja, donde tenía parientes. El caso es que el atardecer y la muerte lo agarraron en los pantanos, y ahora no nos sirve más el oso, dijo Lalo. O sínos sirve, pero a condición de que cambiemos de perspectiva e imaginemos que la piel es toda Córdoba, aunque nos vendría mejor una de esas mujeres que dibuja Verónica, porque no sé si se habrán fijado que el contorno de Córdoba es idéntico a un boceto de la Venus de Milo a la que, además de los brazos, le faltaran la cabeza y las piernas, y sobre todo la pierna izquierda, que vendría a estar cortada al bies a la altura de la verija. En fin, dijo Lalo, arréglense con el oso. Este poquito que avanza hacia el azotillo, es lo que queda del abuelo. Este montón son las milicias de Bustos, gobernador de Córdoba, flor de malandra dicho sea entre nosotros y espero que no haya ningún descendiente entre mis contertulios. "Yo", dijo una señorita muy flaca. "Mamá es Bustos". Lalo la miró con estupor: No me digas que vos tenés Bustos en tu parte materna, querida, yo ni te imaginaba partes maternas. No me interrumpan que pierdo el hilo. Y lo que viene es muy serio. Lo que viene podría llamarse, sin exagerar, la Aristeia del amor y de la muerte del abuelo Laureano, y, para contarlo como se debe, los argentinos deberíamos hablar en hexámetros. Imagínense lo que pensó el viejo cuando vio venir a su encuentro semejante cantidad de gente. Yo voy al baño y en seguida vuelvo. –No entiendo. Es… Esteban se puso de pie… –Ese chico tiene acá una empresa de importación y exportación que se llama Rosa de los Libres. Es un sello de goma para lavar dinero. Hace tres días depositó siete millones cien mil dólares a nombre de la empresa en la sucursal de un banco de Singapur. Ayer quiso transferir cinco millonesa otro banco, en Uruguay, y la operación se está demorando. Anoche salió a festejar y gastó una pequeña fortuna. ¿Qué te parece? La música seguía brotando de todos los bronces y tambores y violines, a kilómetros de distancia, a través de la pared. La ventana del dormitorio estaba abierta. Me acerqué, y vi que había bastante altura hasta los autos y los ómnibus y loschelovecos que caminaban abajo.Criché al mundo: -Adiós, adiós, queBogo los perdone por haber arruinado una vida. -Me subí al reborde, y la música seguía sonando a mi izquierda, y cerré losglasos y sentí el viento frío en ellitso, y salté. –Si hay algo más, no lo sé. Quizá pensé que usted iba a leer el artículo y quise llamarle la atención. –Entonces es cierto: nunca te moviste de ahí. -Santiago desvió la mirada y se rio; siguió hablando con vos. ¿Cuándo y por qué había entrado el jujeño en mi pieza? Vi a sus pies, en el suelo, un calentadorcito plateado. Un mechero en forma de budinera. Gran amigo despierta a otro con el mate, hondo sentimiento nacional. Será atado en el cielo. Dios los cría, pensé. –¡Mayiya cornuda! Traducción de Aníbal Leal –«Se estrelló un Concorde en Paris: 113 muertos.» Y abajo: «Cayó sobre un hotel. Iba a Nueva York. Es el primer accidente del avión supersónico». Pasando elDuque de Nueva York,en dirección al este, se levantaban edificios de oficinas, luego lastarria y carcomidabiblio y elbolche edificio llamado Victoria, seguramente por alguna victoria; y luego se llegaba a las casasstarrias de la llamada ciudad vieja. Aquí se levantaban algunos de los antiguosdomos realmentejoroschós , hermanos míos, habitados porliudosstarrios, viejos coroneles ladradores armados de bastones y viejasptitsas enviudadas y damas sordasstarrias aficionadas a los gatos y que, hermanos míos, no habían sentido el toque de ningúncheloveco en todos los días de la purísimachisna . Y en esas casas había, es cierto,veschesstarrias que valían dinero en el mercado turístico: cuadros y joyas y otrascalasstarrias de la misma clase, de laépoca anterior al plástico. Así que nos acercamos discretamente aldomo llamado Manse, y afuera había focos de luz sobre postes de hierro, como guardando los dos costados de la entrada, y también una luz más penumbrosa en uno de los cuartos de abajo, así que buscamos un lugar oscuro en la calle para mirar por la ventana dentro de la casa. Esta ventana tenía barrotes de hierro, como una prisión, pero pudimosvidear claramente lo que pasaba adentro. Por nada..

Lou Nicholes
Presentando Family Times: Lou Nicholes

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¿QUÉ SACÓ DE TU TIEMPO DE SILENCIO HOY?

Esta es una pregunta que Jack Wyrtzen me hizo en una conversación telefónica hace muchos años. Me gustaría hacerte la misma pregunta. Me quedé sin palabras porque no tenía un plan para leer la Palabra de Dios todos los días y compartirla. Como resultado, esta pregunta cambió el curso de mi vida al leer la Palabra de Dios y compartir mis pensamientos con mi familia y otras personas todos los días. Si deseas recibir estos pensamientos, solo haz clic en el botón a continuación y es gratis .

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Somos una familia misionera que ha ministrado con Word of Life Fellowship desde 1962. Esta es una organización internacional de jóvenes fundada por Jack Wyrtzen, con sede en Schroon Lake, Nueva York. Lou Nicholes creció en una pequeña granja en el sureste de Ohio.

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