15 de enero de 2025
Comentario destacado
Movie star planet review
Hoy yo concibo al infierno como una dieta monocorde de ese cítrico infame, sin melodía, sin armonía, sin colorido orquestal, sosa como un oboe predicando en el desierto con un balido de oveja. Y el cielo me lo imagino como unos chicharrones de manteca de cerdo, fritos en si mismos, crepitando de rabia y cargados de colesterol que me forme un trombo que me obstruya las arterias y me paralice el corazón. Aplausos. Larga oscuridad para que nos calmemos. Luz de sala. –No. Oigo afuera pitando carros. –Tu madre qué. Fue un día muy extraño, hermanos míos. Se llevaron alploto muerto, y luego todos los prisioneros tuvieron que quedarse encerrados hasta nueva orden, y no se repartió lapischa, ni siquiera un tazón caliente dechai. Cada uno sentado en su camastro, y loschasos que se paseaban por los corredores, y de tanto en tantocrichaban: -jCállense!- o -¡A cerrar esa trampa! -sislusaban siquiera un murmullo de cualquiera de las celdas. Luego, a eso de las once hubo un movimiento general y cierta excitación, y como unvono de miedo que venía de fuera de las celdas, y entonces aparecieron el director y el jefe de loschasos, y varioschelovecos muybolches, de aspecto importante, y todos caminaban muyscorro ygoboraban comobesuños . Pareció que iban derecho hacia el extremo del bloque, y después se losslusó regresar, pero ahora iban más despacio, y seslusaba al director, unveco gordo y sudoroso, de cabellos rubios, que decíaslovos como: -Pero, señor…- y -Bien, ¿qué puede hacerse, señor? -etc. Entonces el montón devecos se detuvo frente a nuestra celda, y el jefe de loschasos abrió la puerta. En seguida sevideaba quién era elveco realmente importante, un tipo muy alto, deglasos azules, conplatis de verasjoroschós, el traje más hermoso, hermanos míos, que yo haya visto nunca, absolutamente el último grito. Apenas echó una mirada a los pobresplenios, mientras decía con unagolosa muy agradable y educada: -El Gobierno no puede continuar aplicando teorías penales pasadas de moda. Amontonamos a los criminales en una cárcel, y vea lo que ocurre. Sólo se consigue criminalidad concentrada, delitos en el mismo lugar del castigo. Pronto necesitaremos todo el espacio disponible en las cárceles, para los criminales políticos. -Yo noponimaba nada de todo esto, hermanos, pero en fin de cuentas elveco nogoboraba conmigo. Luego agregó: -El problema de los delincuentes comunes como esta turba repugnante -hermanos, hablaba de mí, y también de los otros, que eran verdaderosprestúpnicos, y además traicioneros- puede resolverse mejor sobre una base puramente curativa. Hay que destruir el reflejo criminal. El plan puede aplicarse en un año. Ya ven que para esta gente el castigo no significa nada. Más aún, parece que les agrada, y se matan unos a otros. -Aquí fijó en mí los severos glasos azules. Así que me animé a hablar: Nos hemos detenido en lo más alto de la carreterita desierta, hemos bajado del Studebaker y la botella de aguardiente pasa de muchacho en muchacho, de boca en boca. Cuando nos la acabamos Darío la lanza contra una roca y la botella vacía se deshace en añicos, como se había deshecho desde hacía mucho, para nosotros, esta hipócrita moral. –¿Por qué? -dijiste-. Eso, lo que acabas de hacer. ¡Por qué me apartaste? -Tenías los ojos muy abiertos, como si volvieras de caminar por una casa a oscuras. -No, no me lo digas… Oíme, por favor… No me hagas nada malo. -Hablabas con la vehemencia desamparada de una loca. -Nunca me hagas nada malo, ni dejes que te lastime. Montado en su caballito de ajedrez, San Jorge, con los ojos bajos, no mira al dragón. La damisela, sí lo mira. Toda la figura está armada sobre dos oblicuas que convergen en el frente y el espacio se parte en tres volúmenes. Como si los mirase al pasar el ojo volador de un pájaro. En el primer vuelo, las montañas se alejan sobre el fondo; en el segundo, el caballito se va achicando hacia adelante, lo que da al conjunto ecuestre cierta socarrona majestad estatuaria. El tercer vuelo apunta hacia otra dimensión. Como si abriera un agujero en la lámina, y en la pared, la caverna del dragón se ahonda desde la cabeza herida de la bestia hacia la izquierda y hacia atrás, cavando enigmáticamente en lo desconocido e inquietante. Ahí viven, nos guste o no, la cautiva y su Leviatán. ¿Qué hora será en el cuadro? Las figuras no proyectan ninguna sombra sobre el suelo. Es mediodía, o el pintor no ha podido romper aquí con la herencia gótica. Mediodía no es: esecielo habla del crepúsculo, y allá arriba, a la derecha, casi en el límite de lo posible, se ve la uñita del cuarto menguante de la Luna. Lo que impresiona es ese nubarrón. Tal como la secretaria le había dicho, el funeral era a las doce, pero a las doce menos cinco ya estaba el cortejo en el cementerio. La humedad era atroz. Los mármoles destilaban musgo, y había más desamparo fuera que dentro de las tumbas. Salvo su diario, ningún otro mencionaba el suicidio. Las radios citaban el hecho depaso y no daban detalles, lo que era rarísimo. Parecía una muerte que todos querían pasar por alto, como si no existiera. Con tanto sigilo, era explicable que hubiera poca gente en el entierro. Poca y conspicua: el presidente de la República y sus guardaespaldas, los jueces favoritos del gobierno, algunos colegas del difunto. Sobre el ataúd no había una sola flor. Nadie se animó a improvisar un discurso. Uno de los edecanes consiguió de apuro a un cura sordo, que no parecía entender para qué estaba allí y que rezó un responso veloz. Entonces sonó el teléfono. Era su esposa. Los cuatro estábamos vestidos a la última moda, que en esos tiempos era un par de pantalones de malla negra muy ajustada, y el viejo molde de la jalea, como le decíamos entonces, bien apretado a la entrepierna, bajo la nalga, cosa de protegerlo, y además con una especie de dibujo que se podía videar bastante bien si le daba cierta luz; el mío era una araña, Pete tenía unaruca (es decir, una mano), Georgie una flor muy vistosa y el pobre y viejo Lerdo una cosa bastante fiera con unlitso (quiero decir, una cara) de payaso, porque el Lerdo no tenía mucha idea de las cosas y era sin la más mínima duda el más obtuso de los cuatro. Además, llevábamos chaquetas cortas y ajustadas a la cintura, sin solapas, con esos hombros muy abultados (les decíamosplechos ) que eran una especie de parodia de los verdaderos hombros anchos. Además, hermanos míos, usábamos esas corbatas de un blanco sucio que parecían de puré ocartófilos aplastados, como si les hubieran hecho una especie de dibujo con el tenedor. Llevábamos el pelo no demasiado largo, y calzábamos botasjoroschós para patear. Esto ocurre. Este descendimiento. Porque habrás notado que Córdoba, singularmente, es un pozo. Un craterio o un cráter. Un vasto ombligo. Un peligroso embudo al que se baja. –Qué le pasa -dijo Verónica. –¿Y para qué, por Dios, hermano, a estas alturas? ¿Vas a descubrir que está mal formulada la ley de la gravedad? Si está, y qué, ¡si vamos barranca abajo de culos, en caída libre, rumbo a los infiernos! Fumá. Fumáte este cigarrillito que te hace bien. Sentí unrasdrás que me subía todo por dentro, y traté de disimular, hablando con calma: -Tiene que haber un líder. Es necesario que haya disciplina, ¿no es así? -Ningunoscasó una palabra, y ni siquiera asintió. Por dentro másrasdrás , por fuera aparenté más calma.- Hace mucho -dije- que estoy al frente. Todos somosdrugos , pero alguien tiene que estar al frente.¿No es así? ¿No es así? -Todos asintieron, aunque de mala gana. El Lerdo estabaosuchándose elúltimo resto decrobo . Y fueél quien habló:.

Lou Nicholes
Presentando Family Times: Lou Nicholes

¿Por qué no te comprometes a tener devociones diarias con nosotros todos los días de este año? Regístrate al final de la página para recibirlas en tu correo electrónico todos los días. ¡Deja que Dios haga algo especial en tu vida! 

¿QUÉ SACÓ DE TU TIEMPO DE SILENCIO HOY?

Esta es una pregunta que Jack Wyrtzen me hizo en una conversación telefónica hace muchos años. Me gustaría hacerte la misma pregunta. Me quedé sin palabras porque no tenía un plan para leer la Palabra de Dios todos los días y compartirla. Como resultado, esta pregunta cambió el curso de mi vida al leer la Palabra de Dios y compartir mis pensamientos con mi familia y otras personas todos los días. Si deseas recibir estos pensamientos, solo haz clic en el botón a continuación y es gratis .

  • Te llegará por correo electrónico diariamente o una vez a la semana, según elijas.
  • Le llevará a través de la Biblia en 6 años, frase por frase o tema por tema.
  • Llega a ti en pequeños fragmentos de unos pocos versículos cada día.
  • Podrás elegir cualquier versión de la Biblia que quieras leer con un solo clic.
  • Después de leerlo puedes escribir tus pensamientos y aplicaciones si así lo deseas.
  • Luego puedes hacer clic en mi comentario que incluye una explicación sencilla del contenido, una ilustración práctica y una aplicación personal.
  • Hay una página de oración y alabanza de los misioneros que cambia semanalmente.
  • Hay un versículo para memorizar semanalmente que corresponde con lo que estás leyendo.
  • Hay un lugar donde puedes escribir tus pensamientos o hacer preguntas diariamente.

Somos una familia misionera que ha ministrado con Word of Life Fellowship desde 1962. Esta es una organización internacional de jóvenes fundada por Jack Wyrtzen, con sede en Schroon Lake, Nueva York. Lou Nicholes creció en una pequeña granja en el sureste de Ohio.

Continuar