15 de enero de 2025
Comentario destacado
It company business plan
–Todo tiene una primera vez, mujer, ya ves. –Me gustaría que en Buenos Aires vayamos a visitar a mi padre, Reina. Ya ha pasado los noventa y no creo que le quede mucha vida. –Y -dijo mi papá- estabas como impotente en un charco de sangre y no podías contestar los golpes. -Eso era realmente lo contrario de lo que ocurría, de modo que otra vez sonreí discretamente para mis adentros, y luego saqué todo eldengo que tenía en loscarmanos , y lo hice sonar sobre el mantel de colores chillones. –Qué estás diciendo, papá? Soy Diana, Diana. ¿Cuál de nosotras dos creés que ha muerto? –Dominus vobiscum. Juntó muy rectas las manos. –Ya no hay por qué seguir acá ni un solo día. Me da lo mismo que crucifiquen a Clinton o que lo salven. Me estoy pudriendo en esta ciudad sin alma. Y fue porque cuando yo digo basta es basta. Pero después me arrepentí de haberme rebajado tanto, hasta su bajeza. Además Raquelita, mi abuela, la madre de la furia era una santa y yo la quise de Medellín a Envigado, y de Envigado hasta el último confín de las galaxias. En Envigado estaba su finca Santa Anita, y por eso la pausita que hago en la medición. Que la Luna se había detenido en su carrera por encima de los árboles y que ahora estaba allí, extática en el cielo negro, le pareció evidente. Agazapada en ese claro, entre dos nubarrones. Como una tigre de cuerpo rayado y sangriento. Cuando el guarda le tocó el hombro, Esteban Espósito comprendió que lo que se había detenido era el ómnibus, no la Luna. Gracias, dijo, bajó del ómnibus y alguien se deslizó detrás,desafiando la noche lunar.desmontó del caballoy el baile empezócon la cola marcando el compás. Entonces ocurrió algo que postergó unas horas el ya irremediable enfrentamiento de Espósito con Bastián. Limpia como el cielo de Bogotá cuando llueve, ¿te acordás, Darío? Nunca más habría de volver a Bogotá. Poco después habría de morir en esa casa de Medellín, en uno de los cuartos de arriba, arriba de ese patio. Lo que no sé es en cuál de todos murió, atiborrado de morfina. Yo para entonces ya no estaba, me había ido de esa casa, de esa ciudad, de este mundo rumbo a las galaxias para no volver. Un tiempo de roja locura se avecina, ahijadito, galoparás, galoparás delante y te dirán maestro. Also sprach Esteban. Abandonó su patria y el río de su patria, se retiró a la montaña, una mañana se levantó con el crepúsculo del alba, increpó al Sol, se despidió de su águila y de su víbora y comenzó suUntergehen,cuesta abajo, dando gritos como un sátiro adolescente, no, nunca más adolescente, lo sé, se acabó el efebo brillante a quien rondan protectoras matronas Cavarozzis deslumbradas ah llorando su antigua nubilidad en andrajos, pensando quizá lo hubiera amado tanto, snif, el tiempo, el Tiempo. Para mí, también. Tengo tres pelitos blancos en la barba, los vi, tres níveos pelitos de un lado y cuatro del otro, que se multiplicarán como las frutas en las cumbres del Líbano, como la hierba en los prados. Motivo por el cual, caput, Jodón dios Pan de pueblo chico, basta. Cabeza de ratón ha muerto. Ecce Homo. La gran quiebra adentro, el límite aquel de la lectura: un punto del que es imposible regresar, nadie regresa. Sí, firme aquí con sangre. No, nadie regresa entero, sólo el consuelo de la letra escrita y yo con ella hasta donde aguante, reventaremos juntos, amada mía, aunque no sea lo mismo, aunque el agujero aquí, corazón de trapo. Pero y por qué. No por nada llegué huyendo, Beatriz, y te encontré Graciela Oribe alta de manos balsámicas, matadora de la serpiente. Y Esteban da siete pasos de león y mirando a su alrededor dice: Homo fuge. La cosa está que arde. Volver adonde. San Pedro ya no existe. Buenos Aires nunca existió, Buenos Aires es una plaza en Flores, una plaza con robles y terebintos junto al gran colegio irlandés de tejados rojos. Y su pelo. Buenos Aires era el resplandor de su pelo tan raro por las noches, tan no sé. No parecía real visto contra la brillazón de los focos. Unacalesita a lo lejos. Y, siete años después, la triste despedida, ella y yo junto al sobrerrelieve de Los Amantes, en la Plaza Irlanda, lindo lugar para la patética ceremonia. Despidiéndonos como dos enanos junto a la titánica pareja de mármol. La formidable amada de dos metros de alto mostrando el culo, y el amado descomunal, portador de una hoja de parra en el pito. No sé por qué la Municipalidad imagina qué las nalgas de una señora son menos ofensivas que su bajo vientre. Francamente. Tampoco sé cómo hacían los antiguos para taparse la pistola con una hojita deleznable sin que se les viera, no digo las pelotas, pero aunque más no sea algo de las pelotas. Me mirabas, Beatriz. Te estás sonriendo, dijiste, siempre estás sonriendo, hasta hoy. No, es que. Pero cómo explicar. Cómo explicar, mientras me dabas los anillos y me decías guárdalos vos y si dentro de un año, cómo, en qué lenguaje de este mundo explicar lo de los glúteos y la hojita. Un año, qué coraje el mío. Un año de plazo pedido por mí. Un año de ardiente soledad creadora, doce meses de libre libertad febril, trescientos sesenta y cinco domingos áureos poblados de millones de minutos fulgurantes para redactar mi Zepher Yetzirah, porque al parecer la marcada tendencia de Esteban Espósito, en esos últimos tiempos, a rodar borracho por la escalera o despertarse en camas ajenas, no era la fresca viruta sino desesperación poética. Déjame que te explique, hermana paloma: una especie de autodestrucción simbólica, de autovejación, como de santo que macera su triste carne para purificar el alma inmortal, sólo que un poco al revés. O de rebelión. Combatir la impotencia del espíritu a rudos golpes de bragueta. Me engañabas, Esteban, eso es lo único que yo sé. Cómo explicar, cómo decir que no. Que realmente era otra cosa. Y además para qué, vengan el cintillo y las alianzas y adelante con el Amor Fati. Comprometerse, cajita azul, anillos. Bien mirado hay que ser cursi. Yo, quiero decir, porque la idea se me ocurrió a mí, poeta colosal. Gran sorpresa en el Pasaje de la Piedad: Te voy a inventar un sitio, vení. El pasaje colonial engastado súbitamente como un camafeo en plena Bartolomé Mitre al 1600, a tres cuadras del siglo XX, laberinto dormido en el tiempo frente a la iglesia de la Piedad, con su letrero ruinoso entrada para carruajes y su empedrado recoleto que pisan fantasmas de enlutadas. Mira si no es de otro siglo, de otro mundo; hace abstracción de esa rata y de los tachos de basura y decíme si no es Poe. Mira esa casa. Y ahora dame la mano. No, la otra; el dedo, afloja el dedo. Ego vos conjugo. Consummatum est. Aunque declaro que su helado brillo lunar, el de las sortijas, no significa que sean de oro blanco ni mucho menos platino, en cambio la perla del solitario es auténtica y no me salgas con que trae mala suerte porque mi abuela Ramona la usó sesentitrés años y tuvo nueve hijos, sólo uno epiléptico. –No sé, no puedo adivinar. Ha sufrido un ataque sexual de alguien que está muy enfermo, señorita Remis. Imagine cuáles pueden ser las consecuencias. Bueno, la entrada de este nuevocheloveco fue realmente el comienzo de mi salida de la viejastaja, porque era un plenio tan podrido y camorrista, con una mente muy sucia y torcidas intenciones, que ese mismo díanachinaron los problemas. También era muy prepotente, y comenzó a miramos a todos con unlitso burlón, y a hablarnos congolosa alta y orgullosa. Aclaró que era el únicoprestúpnicojoroschó de todo el zoológico, y afirmó que había hecho esto y aquello, y liquidado a diezmilitsos con un golpe de laruca, y toda esacala. Pero nadie se dejó impresionar mucho, oh hermanos míos. De modo que se las tomó conmigo, porque yo era el más joven, y quiso demostrarme que por esa razón tenía que ser yo y no él quiensasnutara en el suelo. Pero todos los demás me defendieron, ycricharon: -Déjalo en paz,grasñobrachno -y entonces elcheloveco empezó a quejarse de que nadie lo quería. Pero esa mismanaito descubrí que este horribleplenio estaba acostado conmigo en el camastro, el más bajo de una fila de tres, y también muy estrecho, y estabagoborándome suciosslovos de amor y acariciándome esto y aquello. De modo que me puse realmentebesuño y le tiré un golpe, aunque no pudevidear tanjoroschó, pues apenas había una lucecita roja en el pasillo. Pero sabía que era él, el bastardovonoso, y cuando ladratsa se armó realmente, y se encendieron las luces, pudevidear el horriblelitso y elcrobo que le salía de larota donde yo le había clavado laruca . "¡Cómo! -exclamó Wílmar al conocer mi apartamento-. ¡Aquí no hay televisión ni un equipo de sonido!" ¿Cómo podía vivir yo sin música? Le expliqué que me estaba entrenando para el silencio de la tumba. "¿Y el teléfono? ¿Desconectado?" "Aja, y el agua y la luz también, tampoco por lo general funcionan. Cuando más las necesito se van". Eran las leyes de Murphy, niño, las más seguras, que estipulaban que: Que lo único seguro de esta vida son cada mes sin faltar las cuentas de la luz, el agua y el teléfono. –Las dos y media -dijo una voz, a mi espalda. Cabizbajo, como disculpándose por existir, Darío se hizo a un lado para que pasaran. Nunca lo sentí más perdido en esta vida ni más cerca de mi desastre. Su desconcierto se sumaba al mío, su fracaso al mío. Por lo menos papi se había muerto sin saber que él estaba contagiado de sida….

Lou Nicholes
Presentando Family Times: Lou Nicholes

¿Por qué no te comprometes a tener devociones diarias con nosotros todos los días de este año? Regístrate al final de la página para recibirlas en tu correo electrónico todos los días. ¡Deja que Dios haga algo especial en tu vida! 

¿QUÉ SACÓ DE TU TIEMPO DE SILENCIO HOY?

Esta es una pregunta que Jack Wyrtzen me hizo en una conversación telefónica hace muchos años. Me gustaría hacerte la misma pregunta. Me quedé sin palabras porque no tenía un plan para leer la Palabra de Dios todos los días y compartirla. Como resultado, esta pregunta cambió el curso de mi vida al leer la Palabra de Dios y compartir mis pensamientos con mi familia y otras personas todos los días. Si deseas recibir estos pensamientos, solo haz clic en el botón a continuación y es gratis .

  • Te llegará por correo electrónico diariamente o una vez a la semana, según elijas.
  • Le llevará a través de la Biblia en 6 años, frase por frase o tema por tema.
  • Llega a ti en pequeños fragmentos de unos pocos versículos cada día.
  • Podrás elegir cualquier versión de la Biblia que quieras leer con un solo clic.
  • Después de leerlo puedes escribir tus pensamientos y aplicaciones si así lo deseas.
  • Luego puedes hacer clic en mi comentario que incluye una explicación sencilla del contenido, una ilustración práctica y una aplicación personal.
  • Hay una página de oración y alabanza de los misioneros que cambia semanalmente.
  • Hay un versículo para memorizar semanalmente que corresponde con lo que estás leyendo.
  • Hay un lugar donde puedes escribir tus pensamientos o hacer preguntas diariamente.

Somos una familia misionera que ha ministrado con Word of Life Fellowship desde 1962. Esta es una organización internacional de jóvenes fundada por Jack Wyrtzen, con sede en Schroon Lake, Nueva York. Lou Nicholes creció en una pequeña granja en el sureste de Ohio.

Continuar