15 de enero de 2025
Comentario destacado
Ipod touch problem solving
–Me imagino que tratas de averiguar la hora. Admití que ésa había sido mi intención. –Oh -dije-, es lo que llamamos el hablanadsat. Todos los adolescentes lo usan, señor. -Así que esteveco se fue a la cocina a lavar los platos, y yo me quedé con losplatis de dormir y lostuflos prestados, esperando que me hicieran lo que tenían que hacerme, porque personalmente no se me ocurría nada, oh hermanos. –¿Yo, quién? Esa misma tarde fui arrastrado limpia y gentilmente por unoschasos brutalmentetolchocadores avidear al director en su propia oficina: el sagrado santuario de lo sagrado. El director me miró con aire de fatiga y dijo: -Supongo que no conoces al hombre que vino esta mañana, ¿no es así, 6655321? -Y sin esperar mi respuesta continuó: -Era nada menos que el ministro del Interior, el nuevo ministro del Interior, y lo que llaman una escoba muy nueva. Bien, estas ridículas ideas modernas se aplicarán al fin, y órdenes son órdenes, aunque puedo decirte en confianza que no las apruebo. En efecto, las rechazo vigorosamente. Mi fórmula es ojo por ojo. Si alguien te pega, tú le devuelves el golpe, ¿no es así? Entonces, ¿por qué el Estado castigado gravemente por esa chusma brutal que son todos ustedes no ha de devolver el golpe? Pero la nueva idea es decir no. La nueva idea es la de convertir lo malo en bueno. Y eso me parece una grave injusticia, ¿eh? –Sos un personaje muy desagradable, sabes. Él murmuró: El balanceo del brazo, por ejemplo. El brazo, con la pistola, una Ballester Molina reglamentaria, balanceándose colgada de la mano derecha. El dedo índice y el dedo del corazón calzados dentro del arco del guardamonte, sobre el disparador, como si el jujeño hubiera gatillado rabiosamente, con los dos dedos. Porque lo primero que veo desde el sitio que dije es la mano, afilada y morena, y su movimiento pendular; detrás, la pierna derecha rodeando con firmeza la pata de la silla. Para que el cuerpo ofrezca resistencia y aguante el sacudón. La otra pierna hacia adelante, más descansada y blanda. Cómo hizo el ojo para caer al costado del cuerpo, y no hacia el frente (lo que me hubiera impedido ver la cabeza del jujeño, a causa de la mesa) lo ignoro, pero el hecho es que el señor Ripul, cuando abrió la puerta esa madrugada, lo primero que vio fue el ojo. Gritaba que estuvo a punto de pisarlo. Esto me han dicho, al menos, aunque también me han dicho que, mucho tiempo más tarde, el hotelero, al abrir esta puerta, aún juraba sentir "como si lo estuviera mirando", pero no desde el suelo, sino desde encima de la mesa. Ignoro por qué prefiero la primera versión, pese a que me obliga a imaginar el ojo saltando hacia adelante, como un tapón de sidra, chocando con algún objeto y rodando, por fin, hacia el sitio desde el que puedo ver la mano, la pierna, y con un gran esfuerzo, arriba, doblada sobre el brazo izquierdo, ocultando piadosamente lo más horrible de ese estrago (el vacío, sobre el pómulo) la cabeza del jujeño, partida en la forma que ya he dicho. Víctor pasó a la sala y se sentó en un sillón. Entonces vi a la Muerte mirándonos. Ahí estaba, la solapada, con sus mil ojos burlones de omnipresencia rabiosa que todo lo ven, envuelta en unos velos sucios, desgarrados, su manto de ceniza. Cuando me dirigí a la cocina a prepararle a Víctor un café, los velos a mi paso se esfumaron: la Muerte se hizo a un lado y se deshizo. –Treinta. Sé más de lo que usted cree. Desarmaba el cigarro que yo torpemente le había armado y lo volvía a enrolar a su modo, con una habilidad y una rapidez pasmosas, como de cajero de banco contando millones. –Puedo ir a las nueve o a las diez. Está despierto desde que amanece. ¿Paso a buscarte? –No voy a fracasar -dijo Reina, caminando hacia la galería exterior. –El Lerdo -dije- tiene que aprender a quedarse en su lugar. ¿Es así? XII –Ojalá, abuela. ¡Qué más quisiera yo que todo fuera leche y miel! Pero no, esto es un valle de lágrimas cargado de sufrimiento. Hablabas con perfecta y desaprensiva ingenuidad. Señalando hacia la cátedra, en la que ahora vi a Santiago, agregaste que me esperaban allá..

Lou Nicholes
Presentando Family Times: Lou Nicholes

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¿QUÉ SACÓ DE TU TIEMPO DE SILENCIO HOY?

Esta es una pregunta que Jack Wyrtzen me hizo en una conversación telefónica hace muchos años. Me gustaría hacerte la misma pregunta. Me quedé sin palabras porque no tenía un plan para leer la Palabra de Dios todos los días y compartirla. Como resultado, esta pregunta cambió el curso de mi vida al leer la Palabra de Dios y compartir mis pensamientos con mi familia y otras personas todos los días. Si deseas recibir estos pensamientos, solo haz clic en el botón a continuación y es gratis .

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Somos una familia misionera que ha ministrado con Word of Life Fellowship desde 1962. Esta es una organización internacional de jóvenes fundada por Jack Wyrtzen, con sede en Schroon Lake, Nueva York. Lou Nicholes creció en una pequeña granja en el sureste de Ohio.

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