15 de enero de 2025
Comentario destacado
How to write divorce papers
Irreconocible, espléndido como a veces me gusta aparecer, salí esa tarde con Wílmar de mi apartamento como el rey Felipe, todo de negro hasta los pies vestido. Wílmar no daba crédito a sus ojos. Nunca estuvo más orgulloso de este su servidor con que andaba. ¿Los mendigos? Ni se atrevían a pedir. Se abrían enabanico para darnos paso. ¡Qué tipazo! Con decirles que el taxista cuando nos subimos al taxi apagó instintivamente el radio. ¿Que adonde deseaba ir el señor doctor? –Fidel Castro -dice Lalo. –Yo estoy muerta. Si no le importa, voy a volver a casa. –Te das cuenta o no -dijiste. Tal vez la mesa se quedaría así para siempre y pronto el mantel de encaje se pondría amarillo. El tiempo se había detenido, como en la casa que tenía Miss Havisham en Grandes esperanzas. "Tened fe y veréis qué cosa son los milagros", dijo San Juan Bosco y en efecto, la iglesia de La América estaba abierta. Entré, y en el primer altar, el del Señor Caído, arrodillándome, le pedí al Todopoderoso que puesto que no me mandaba la muerte me devolviera a Alexis. A Él, que todo lo sabe, lo ve, lo puede. Desde el altar mayor presidiendo la iglesia, de negro, aureolada por los destellos de su pequeño resplandor dorado, la Virgen Dolorosa me miraba. La iglesia estaba desierta. Más vacía que la vida de un sicario que quema los billetes que le sobran en el fogón. –¿Qué me querés decir con eso? En el primer articulo que publica en El Diario al regresar de Caracas se te entrega atada de pies y manos, sellando su destrucción. A pesar de la malicia con que lee todo lo que debe editar, Maestro no ha detectado el fraude. Vos sí. El segundo párrafo deja escapar, como de paso, la frase delatora: «El coronel durmió como un bendito en la primera clase de Fleet Air durante el vuelo entre San Pablo y Maiquetía». La inútil mención de la línea aérea enciende al instante cu suspicacia. Ordenes a Sicardi que llame al gerente de Fleet Air y averigüe si extendió un pasaje de cortesía a nombre de Reina Remis. Tus sospechas se confirman. Ella no sólo mendigó el pasaje: también prometió mencionar en el diario al generoso donante. Lerdo se acercó a ladébochca, que seguía haciendo crich crich crich, y le sujetó lasrucas a la espalda, mientras yo le desgarraba esto y aquello, y los otros largaban los ja ja ja, y vimos que tenía unos buenosgrodosjoroschós, que exhibían unosglasos sonrosados, oh hermanos míos, entre tanto yo me sacaba los pantalones y me preparaba para la zambullida. Mientras me zambullia pudeslusar los gritos de sufrimiento, y alveco escritor lleno de sangre que Georgie y Pete sostenían y que casi se soltaba, aulIando comobesuño las palabras más sucias que yo conocía y algunas que él estaba inventando. Después de mí era justo que le tocase el turno al viejo Lerdo, y lo hizo resoplando y jadeando como una bestia, sin que se le moviera un centímetro la máscara de Pebe ShelIey, mientras yo sujetaba a lafilosa. Después hicimos cambio de parejas, el Lerdo y yo aferramos al baboseanteveco escritor, que ya no luchaba casi, y apenas musitaba algúnslovo aquí y allá, como si estuviese muy lejos, en el bar donde sirven la leche-plus, y Pete y Georgie tuvieron lo suyo. Luego, todo se serenó, y nosotros estábamos llenos de algo parecido al odio, de modo quecracamos lo que todavía quedaba sano -la máquina de escribir, la lámpara, las sillas- y el Lerdo, como era ya típico en él, apagó el fuego orinando y se disponía a cagar sobre la alfombra, pues por allí abundaba el papel, pero yo dije no. -Fuera fuera fuera -aullé. Elveco escritor y suchina no estaban realmente en sus cabales, lastimados, ensangrentados, y haciendo ruidos. Pero vivirían. –Aquí termino yo, sí -repitió P. R. Deltoid. Me observó conglasos muy fríos, como si ahora yo fuese una cosa y ya no unchevoleco muy cansado, ensangrentado y apaleado-. Tendré que presentarme en la corte, mañana, supongo. El final de este libro es necesariamente imposible. Con los años, Espósito recordaría las últimas horas de aquella larga noche como un hombre que trata de reconstruir un sueño ajeno, sabiendo que nada de lo que imagina corresponde esencialmente a lo que el otro intenta contarle; sabiendo, sobre todo, que la verdad de los sueños ni siquiera puede ser comprendida por el que ha soñado, porque esas imágenes absurdas, esos rostros vagamente familiares, esas situaciones imposibles, sólo tienen significado en el ámbito y en los paisajes del sueño, según otras leyes, que están más allá de nuestra razón y con un lenguaje que no es el de la vigilia. Nada de esto está sucediendo ahora, pensó al volver del planetario; y también: Hace años que me fui de esta casa. Dos ideas que no significaban nada y que, sin embargo, en aquel momento, tuvieron la solidez de una certeza que no exige ni admite la menor demostración. También pensó que si esto era lo que se llama estar borracho no resultaba muy agradable. La casa y la poca gente que quedaba parecían ir diluyéndose, como una acuarela bajo el agua. Todo era un poco más lento, más apagado, más incierto de lo debido. De tanto en tanto, un sector de la realidad parecía destacarse imperiosamente, como si algo gritara desde allí. Las manos de Graciela, por ejemplo. Ella había dicho que debía hablar con Mariano pero estaba hablando con Patricio. Esteban vio el movimiento circular, lento, con que los dedos de Graciela acariciaban el camafeo sobre su pecho. Duró un segundo. Ella giró la cabeza y desde allá miró a Esteban. Apartó la mano, le sonrió. La forma de una hoja puede servir para reconstruir un árbol y hasta una especie entera, o, un hueso mínimo, un animal extinguido hace milenios. Ciertos gestos casi imperceptibles son algo así. Cuando el incidenteíbamos para la Candelaria y para la Candelaria seguimos, sin más preámbulos, en el tropel. Esta iglesia es la más hermosa de Medellín, que tiene ciento cincuenta y que las conozco yo: cien con Alexis, esperando a veces horas enteras a que las abran. Pero la Candelaria nunca la cierran. Tiene ala entrada en la nave izquierda un Señor Caído de un dramatismo hermoso, doloroso, alumbrado siempre por veladoras: veinte, treinta, cuarenta llamitas rojas, efímeras, palpitando, temblando, titilando rumbo a la eternidad de Dios. Dios aquí sí se siente y el alma de Medellín que mientras yo viva no muere, que va fluyendo por esta frase mía con los ciento y tantos gobernadores que tuvo Antioquia, a tropezones, como don Pedro Justo Berrío, quien sigue afuera, en su parque, en su estatua, bombardeado por las traviesas e irreverentes palomas que lo abanican y demás. O como don Recaredo de Villa a quien, apuesto, usted no ha oído ni mencionar. Yo sí, lo conozco. Yo sé más de Medellín que Balzac de París, y no lo invento: me estoy muriendo con él. Una reflexión de Gilles Deleuze que ha leído en Diálogos lo estimula a tomar apuntes para su proyecto. Deleuze dice allí que la sustancia de toda novela, desde Chrétien de Troyes a Samuel Beckett, es un antihéroe: un ser absurdo, entraño y desorientado, que no cesa de errar de acá para allá, sordo y ciego. La definición le parece demasiado simple, tal vez porque es demasiado horizontal. Para él, una novela es una abeja reina que vuela hacia las alturas, a ciegas, apoderándose de todo lo que encuentra en su ascenso, sin piedad ni remordimiento, porque ha venido a este mundo sólo para ese vuelo. Volar hacia el vacío es su único orgullo, y también es su condena. "El pelao debió de entregarle las llaves a la pinta esa", comentó Alexis, mi niño, cuando le conté el suceso. O mejor dicho no comentó: diagnosticó, como un conocedor, al que hay que creerle. Y yo me quedé enredado en su frase soñando, divagando, pensando en don Rufino José Cuervo y lo mucho de agua quedesde entonces había arrastrado el río. Con "el pelao" mi niño significaba el muchacho; con "la pinta esa" el atracador; y con "debió de" significaba "debió" a secas: tenía que entregarle las llaves. Más de cien años hace que mi viejo amigo don Rufino José Cuervo, el gramático, a quien frecuenté en mi juventud, hizo ver que una cosa es "debe" solo y otra "debe de". Lo uno es obligación, lo otro duda. Aquí les van un par de ejemplos: "Puesto que sus hermanos se enriquecen con contratos públicos y él lo permite, también el presidente debe de ser un ladrón". O sea, no afirmo quelo sea, aunque parece que lo creo. Y por parecer creer no hay difamación, ¿o sí, doctor? ¿Por tan poca cosa se puede uno ir a la cárcel cuando nos están matando a todos vivos? Y "debe" a secas significa que se tiene que, como cuando digo: "La ley debe castigar el delito". ¡Pero cuál ley, cuál delito! Delito el mío por haber nacido y no andar instalado en el gobierno robando en vez de hablando. El que no está en el gobierno no existe y el que no existe no habla. ¡A callar! –¿Tan grave es que no podés esperar tres horas? Antes de poner los pies en el primer bar supo que jamás había entrado allí una mujer. Lo supo al ver la hilera de mesas junto a la pared de ladrillos sin revocar, agrietados y mugrientos, el humo espeso que debía de llevar años inmóvil en el cielo raso, y el corrillo de jugadores de naipes en la penumbra, con arrugas hondas como las de la tierra que seguía deshaciéndose fuera. Lo supo porque hasta el olor de una mujer era hostil para aquellos hombres, que habían dejado a las esposas en sus casas y llevaban ya dos o tres horas bebiendo y fingiendo que no estaban en ningún tiempo ni lugar. Unas pocas lámparas de veinticinco vatios despedían una luz muerta, filtrada por las cagadas de las moscas. En un nicho que se abría a la mitad de aquella cueva de murciélagos, un cantinero rengo sacaba y ponía las botellas en los estantes con tanta negligencia que había restos de alcoholes derramados por todas partes..

Lou Nicholes
Presentando Family Times: Lou Nicholes

¿Por qué no te comprometes a tener devociones diarias con nosotros todos los días de este año? Regístrate al final de la página para recibirlas en tu correo electrónico todos los días. ¡Deja que Dios haga algo especial en tu vida! 

¿QUÉ SACÓ DE TU TIEMPO DE SILENCIO HOY?

Esta es una pregunta que Jack Wyrtzen me hizo en una conversación telefónica hace muchos años. Me gustaría hacerte la misma pregunta. Me quedé sin palabras porque no tenía un plan para leer la Palabra de Dios todos los días y compartirla. Como resultado, esta pregunta cambió el curso de mi vida al leer la Palabra de Dios y compartir mis pensamientos con mi familia y otras personas todos los días. Si deseas recibir estos pensamientos, solo haz clic en el botón a continuación y es gratis .

  • Te llegará por correo electrónico diariamente o una vez a la semana, según elijas.
  • Le llevará a través de la Biblia en 6 años, frase por frase o tema por tema.
  • Llega a ti en pequeños fragmentos de unos pocos versículos cada día.
  • Podrás elegir cualquier versión de la Biblia que quieras leer con un solo clic.
  • Después de leerlo puedes escribir tus pensamientos y aplicaciones si así lo deseas.
  • Luego puedes hacer clic en mi comentario que incluye una explicación sencilla del contenido, una ilustración práctica y una aplicación personal.
  • Hay una página de oración y alabanza de los misioneros que cambia semanalmente.
  • Hay un versículo para memorizar semanalmente que corresponde con lo que estás leyendo.
  • Hay un lugar donde puedes escribir tus pensamientos o hacer preguntas diariamente.

Somos una familia misionera que ha ministrado con Word of Life Fellowship desde 1962. Esta es una organización internacional de jóvenes fundada por Jack Wyrtzen, con sede en Schroon Lake, Nueva York. Lou Nicholes creció en una pequeña granja en el sureste de Ohio.

Continuar