15 de enero de 2025
Comentario destacado
How to conclude an essay
Antes de que la mujer se siente a escribir, el jefe de personal la llamará para reprenderla. Eso debe suceder alrededor de las nueve, en el momento de tensión extrema, sobre el filo del cierre. Poco después, agitado, el pobre perro fiel correrá a tu oficina para contar lo que ha sucedido. Lo verás inflamado, exultante. Como la sevicia le aflora siempre en la nariz,van a brotarle dos forúnculos nuevos. Sicardi habrá grabado el diálogo y te entregara tanto el casete como la transcripción, con una diligencia que siempre se adelanta a tus ansiedades: –Para qué? ¿Para que nos hagan perder tiempo? No, Sicardi. Lo mejor sería entrar en el correo electrónico de esa mujer, Remis, y saber con quién se escribe, qué dice de nosotros. Los que me amenazan están ahí. Estaba acostumbrado a que su nombre amedrentara a todos los redactores y paralizara a los novatos. La joven lo observó con incredulidad. Sentí por dentro que elrasdrás me dominaba, pero tenía que andar con cuidado, así que les sonreí alveco que ocupaba el lugar de Andy y a todos losnadsats danzantes ycrichantes. Elveco del mostrador dijo: -Amigo, métase ahí en esa cabina y le mandaré algo. Colgué. Está frenético ahora. Patea la puerta, la empuja con su energía de toro. La abriría con las llaves que le ha dado Sicardi, pero la mujer ha instalado una segunda cerradura. Nada le habría sido más fácil que conseguir una réplica, pero no ha prestado atención a ese detalle. ¿Debe preverlo todo, entrar con el ser entero en mil pensamientos simultáneos? Si la muralla que se le opone fuera el diario, Buenos Aires o la Argentina infinita, sabría cómo derribarla. Pero la mísera puerta de esa mujer es más infranqueable, más intolerable. –Fragmentos de una vieja jerga -dijo el doctor Branom, que ya no tenía un aire tan amistoso-. Algunas palabras gitanas. Pero la mayoría de las raíces son eslavas. Propaganda. Penetración subliminal. Aun después de agotar la búsqueda de indicios en asilos y hospitales, de revisar listas y listas de cadáveres no identificados en la morgue y en los cementerios, y de estudiar los censos de las villas de emergencia y la nómina de ancianas que habían servido en los conventos, Camargo no quiso darse por vencido. Los diarios se armaban todavía en planchas de plomo y faltaban dos décadas para que se difundiera el uso de las computadoras. Había que tener entonces una paciencia de iluminista medieval para adivinar las biografías escondidas detrás de cada nombre y para comparar las fotos de los archivos con los torpes dibujos de la memoria. O inmovilizarse, como Camargo, en la ciénaga de una idea fija. No lo acobardó la infinitud de los desengaños. Llevaba ya una serie larga de fracasos cuando se le dio por imaginar que, después de todo, tal vez la madre se había mantenido fiel a las costumbres burguesas y que debía vivir, casada o viuda, en alguna casa modesta de Palermo. Recorrió todas las calles de una punta a la otra: Gorriti, Guatemala, Fitz Roy, Armenia, Soria. Visitó los mercados de carnes y hortalizas alrededor de un triángulo verde que en esos tiempos se llamaba la esquina de Serrano o de Racedo y que después sería la placita Julio Cortázar, investigó los conventillos de fotógrafos de la calle Gurruchaga y los clubes masones de la calle Uriarte. Pensaba que la vería en cualquier momento tomando el fresco en la vereda y hablando con las vecinas. Más de una vez, cuando la noche se le venía encima, buscaba refugio en un bodegón que se las daba de francés y al que, cuando la hora de la cena languidecía, iban cayendo cantantes de tango a los que se les había marchitado la voz y que entretenían a los clientes rezagados por un guiso de lentejas y un vaso de whisky Criadores. Se sentaba junto a la ventana para ver pasar a la madre. Alguna vez lo alumbraría el relámpago de los guantes y sabría que era ella. Había tresdébochcas juntas frente al mostrador, pero nosotroséramos cuatromálchicos , y en general aplicábamos lo de uno para todos y todos para uno. Las pollitas también estaban vestidas a la última moda, con pelucas púrpuras, verdes y anaranjadas en lasgolovás , y calculo que cada una les habría costado por lo menos tres o cuatro semanas de salario, y un maquillaje haciendo juego (arcoiris alrededor de losglasos y larota pintada muy ancha). Llevaban vestidos largos y negros muy derechos, y en la parte de losgrudos pequeñas insignias plateadas con los nombres de distintosmálchicos . Joe, Mike y otros por el estilo. Seguramente los nombres de los diferentesmálchicos con los que se habían toqueteado antes de los catorce. Miraban para nuestro lado, y estuve a punto de decir (por supuesto, torciendo larota ) que saliéramos apolear un poco, dejando solo al pobre y viejo Lerdo. Sería suficientecuperarle un demi-Iitre de blanco, aunque esta vez con algo desynthemesco ; pero la verdad es que no habría sido juego limpio. El Lerdo era muy fiero y tal cual su nombre, pero un peleador de la gran siete, de verasjoroschó y un as de la bota. –Hola -dijiste-. Te hacía rodeado de señoras. Que no, me contestó, que éstos nos iban a ayudar a aceptar lo inaceptable, que la Muerte nos derrumbara la casa. Los hijos de estos hijos de mala madre cambiaron los machetes por trabucos y changones, armas de fuego hechizas, caseras, que los nietos a su vez, modernizándose, cambiaron por revólveres que el Ejército y la Policía les venden para que con el aguardiente que fabrican las Rentas Departamentales se emborrachen y se les salgan todos los demonios y con esos mismos revólveres se maten. Con el dinero que le producen las dichas rentas, el aguardiente,el Estado paga los maestros para que les enseñen a los niños que no hay que tomar ni matar. Y no me pregunten por qué este contrasentido. Yo no sé, yo no hice este mundo, cuando aterricé ya estaba hecho. (*) Cada término de la jerga "nadsat " ha sido vinculado digitalmente a su significado en español, establecido en el glosario; tales vínculos no han sido destacados, para mantener el formato original. –No, pero es casual. Y al principio eso me desconcertó. Todavía tenés aire de Primera Comunión. No sos ninguna belleza, claro. Demasiado flaco. Y bastante bajo. –¡Eh, carajo, aquí si no hay ni quien le traiga a una un café!.

Lou Nicholes
Presentando Family Times: Lou Nicholes

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Somos una familia misionera que ha ministrado con Word of Life Fellowship desde 1962. Esta es una organización internacional de jóvenes fundada por Jack Wyrtzen, con sede en Schroon Lake, Nueva York. Lou Nicholes creció en una pequeña granja en el sureste de Ohio.

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