15 de enero de 2025
Comentario destacado
Do my spanish homework for me
–«Dios no existe, pendejo», «el dragón caga fuego». –Yo soy vos. No te podés separar de mí. ¿O no era Santiago quien estaba hablando desde hacía por lo menos veinte minutos?, ¿o no era la voz de Santiago sobre la que cabalgaba a saltos mi pensamiento? Era la voz de Santiago y, por si fuera poco, no era una voz sobria. Lo cual explicaba el nuevo cigarrillo de Verónica y sus ojos de hechizada, fijos en la cátedra, y su boca anhelante, suponiendo que haya alguna razón para que esta mujer, que acaba de acostarse conmigo, esté pendiente de las palabras del jujeño quien ahora repetía aquello de que tal vez ya estábamos maduros para dar un antepasado adámico, siempre y cuando nohayamos tenido la desgracia de llegar al mundo justo en el momento en que la función se termina. "Pero de qué habla", oí en la fila de atrás. "No tengo la menor idea y me parece que él tampoco." Porque yo sé, está diciendo el jujeño, pero no me pregunten cómo lo sé, que ha llegado el momento de cometer una gran locura. Mi colega de los grandes bigotes nos señaló esta mañana las virtudes terapéuticas de la Gracia Divina, mi hermano inteligente, mi querido Bastían, la necesidad de acompañar con actos a la historia, yo no quiero discutir con nadie ni tengo voluntad para probar nada de lo que digo, pero creo que ya estamos en edad de recurrir a otros poderosos auxiliares. El problema es qué pasa después con el alma, claro. Ustedes se preguntarán qué alma, no el alma nacional, no, del alma nacional ya han hablado bella y armoniosamente mis hermanos generacionales, yo hablo del alma. Lo malo es que algunos ya la hemos perdido por una docena de empanadas salteñas, un jarro de vino tinto y dos, o tres… tres changos hijos de uno, en los que también habría que pensar seriamente antes de tomar ciertas decisiones. "Está borracho", dice la voz de la fila de atrás. "Lo que pasa es que es jujeño", dice una señora En realidad lo que tengo que aportar a esta mesa redonda viene a ser más o menos sencillo, ustedes háganse cargo de la intención, más que de las palabras. Yo soy un poeta que ya no cree en las palabras, o para decir la verdad, un poeta que nunca creyó en las palabras. Creo en el lenguaje, una esfera superior a la que muy raramente llegan las palabras, algo así como la música, y sólo los sordos pueden confundir la música con las notas, justamente, justamente lo que intento decir tiene mucho que ver con la música, se trata de una cierta música, porque a mí me parece que el diablo y no Dios va a tocar el violín en las próximas fiestas. Siempre y cuando nos quede tiempo para empezar la fiesta. No me pregunten cómo lo sé, pero les doy mi palabra de que estamos viviendo un tiempo endemoniado y dejado de la mano de Dios, y sólo aquellos que acepten las condiciones de esta alcahuetería candente, de esta candente intermediación, podrán soportar de hoy en adelante el peso de la poesía. Yo no sé si ustedes se dan cuenta de que la crisis del mundo moderno y el problema del ser nacional, temas para mí misteriosos de esta reunión académica, me importan por el momento un soberano carajo. No quise decir eso, perdón, quise decir que en mi carácter de jujeño carezco esta tarde de elementos conceptuales para analizar el tema. En cambio, donde hubo un poeta cenizas quedan, para expresarlo proverbialmente. Vean, es muy cierto lo que dijo acá Bastían. No sólo por los motivos que él cree, pero es cierto. Estamos solos, rotos y a medio matarnos, somos argentinos, somos los descendientes bastardos de una familia que nació putativa y, por si fuera poco, entramos por la puerta de servicio del mundo moderno justo cuando la casa entera del hombre se viene al suelo. Ése es un gran problema, no lo niego, es un problema histórico y nacional, es un problema para ponerle los pelos de punta a cualquiera; pero, ¿cómo decirlo sin ofender a nadie?, yo tengo un problema mío. No sé si conocen la fábula que les voy a contar; creo que allá en el fondo hay por lo menos uno que la conoce. Había una vez un judío o un romano con dolor de muelas, hará dos mil años. Estaban crucificando a Jesús y él comprendía el pavor y la grandeza de esa muerte, por alguna razón podía entender, con la cabeza, que estaba ante uno de los momentos más augustos de la historia humana. Pero no podía sentirlo en su corazón. Y no podía sentirlo porque le dolían las muelas. Mi dolor de muelas, esta tarde, tiene que ver con la poesía… Todo el mundo, esta tarde, parece tener dilemas históricos, nacionales, planetarios. Yo tengo un problema formal, no sé si me entienden lo que les quiero decir. "No señor, no le entendemos", dijo una voz violenta. "No está borracho, está loco", dijeron atrás. "Qué imbéciles, Dios mío", dijo Verónica. Bastían había puesto una mano sobre el brazo de Santiago como si tratara de hacerlo callar. Santiago retiró suavemente el brazo y, con toda naturalidad, sacó su cantimplorita del bolsillo del pantalón. Echó un trago y la guardó. Enseguidita me van a entender, dijo. Y habló. Habló media hora más. El sonido arrastrado de su voz era hermoso y grave, resonaba en el silencio del aula, repentinamente atenta, como si hablara en otro idioma. En mitad de una frase, bruscamente, se quedó callado, se levantó y se fue. Esto ocurre. Este descendimiento. Porque habrás notado que Córdoba, singularmente, es un pozo. Un craterio o un cráter. Un vasto ombligo. Un peligroso embudo al que se baja. –Te debo una cena en San Pablo o en Buenos Aires. si nos revuelven nos coloreamos. Tenía que andar con mucho cuidado, oh hermanos. -Oí hablar deLa naranja mecánica-le contesté-. No la leí, pero me hablaron del libro. Desayuno en unmesto, pensé, pues todavía no había comido en la mañana, ya que todos losvecos habían tenido tantas ganas detolchocarme mostrándome el camino de la libertad. Sólo habíapiteado unachascha dechai. Esastaja se alzaba en un sector muy tétrico de la ciudad, pero por todas partes habíamalencos cafés para obreros, y pronto descubrí uno, hermanos míos. Era muycaloso yvonoso, con una lamparilla en el techo y la suciedad de las moscas como oscureciendo la luz, y algunosrabotadores tempranos que sorbíanchai y devoraban unas salchichas repulsivas, atragantándose con trozos deklebo, trag trag trag, y luegocrichando más. Los servía unadébochca muycalosa, pero que tenía unosgrudos muybolches, y algunos de losvecos que estaban allí comiendo trataban de tocarla, y hacían ja ja ja y ella respondía je je je, y el espectáculo me dio náuseas, hermanos. Pero pedí unas tostadas y jalea ychai, todo muy cortésmente y con migolosa de caballero, y me senté en un rincón oscuro a comer ypitear. –Me pagás con una mala noticia la buena sorpresa que iba a darte. Todo sucedió en un instante imposible, en el que tal vez nadie respiró. El avión irguió su nariz de delfín hacia el cielo sin nubes, en un ángulo casi recto y, cuando parecía ya que se estaba alejando, se lanzó en picada sobre el mar. Debía tener los motores apagados porque nadie recordó el menor ruido antes de la vasta explosión que incendió la bahía, sólo un silbido rayando la solemnidad del sol que se apagaba. Se clavó en el mar, hubo una luz aterradora y, de pronto, llegó la noche. –Oh, sólo avidear que sucede en el gran exterior -dije. Pero por alguna razón, hermanos míos, me sentí enormemente aburrido y algo desesperado, y esos días me había sentido así a menudo. De modo que me volví alcheloveco sentado junto a mí en el largo asiento de felpa que corría alrededor delmesto, uncheloveco somnoliento que barboteaba, y le aticé unos puñetazos en el estómago, ac ac ac, realmentescorro. Peroél ni los sintió, hermanos, y barbotó: «Carretea la virtud, ¿dónde en el extremo de las colas yacen las palopalomitas?» Así que nos largamos a la gran noche invernal. –Señorita Etelvina -murmuró Espósito-. Yo respeto la gravedad de la Historia Nacional, y soy incapaz de decir una grosería en su presencia. Pero, como usted misma habrá visto, ese muchacho da toda la impresión de ser, cómo le diré, a mí me parece que la palabra es puto. –Porque está muerta. Por eso. Porque para mí ya se murió. Y los Misterios que vamos a contemplar hoy son dolorosos. En el primero Cristo cae por primera vez. –Gringa de mierda -murmuró-. Puede que tengas razón. Y eso también. Los únicos vehículos del Gran Salto que hay en tu oficio son las frases. La única cosa que debes aprender es a distinguir las mías de las tuyas. Las hermosas frases de las otras. Considerado a la luz de este axiomaEl Quijotees una frase más larga, más armoniosa, menos mortal, que la frase prohibido escupir en el suelo. Acertar con una o con la otra. Eso es lo que distingue a un genio de un ferretero higiénico..

Lou Nicholes
Presentando Family Times: Lou Nicholes

¿Por qué no te comprometes a tener devociones diarias con nosotros todos los días de este año? Regístrate al final de la página para recibirlas en tu correo electrónico todos los días. ¡Deja que Dios haga algo especial en tu vida! 

¿QUÉ SACÓ DE TU TIEMPO DE SILENCIO HOY?

Esta es una pregunta que Jack Wyrtzen me hizo en una conversación telefónica hace muchos años. Me gustaría hacerte la misma pregunta. Me quedé sin palabras porque no tenía un plan para leer la Palabra de Dios todos los días y compartirla. Como resultado, esta pregunta cambió el curso de mi vida al leer la Palabra de Dios y compartir mis pensamientos con mi familia y otras personas todos los días. Si deseas recibir estos pensamientos, solo haz clic en el botón a continuación y es gratis .

  • Te llegará por correo electrónico diariamente o una vez a la semana, según elijas.
  • Le llevará a través de la Biblia en 6 años, frase por frase o tema por tema.
  • Llega a ti en pequeños fragmentos de unos pocos versículos cada día.
  • Podrás elegir cualquier versión de la Biblia que quieras leer con un solo clic.
  • Después de leerlo puedes escribir tus pensamientos y aplicaciones si así lo deseas.
  • Luego puedes hacer clic en mi comentario que incluye una explicación sencilla del contenido, una ilustración práctica y una aplicación personal.
  • Hay una página de oración y alabanza de los misioneros que cambia semanalmente.
  • Hay un versículo para memorizar semanalmente que corresponde con lo que estás leyendo.
  • Hay un lugar donde puedes escribir tus pensamientos o hacer preguntas diariamente.

Somos una familia misionera que ha ministrado con Word of Life Fellowship desde 1962. Esta es una organización internacional de jóvenes fundada por Jack Wyrtzen, con sede en Schroon Lake, Nueva York. Lou Nicholes creció en una pequeña granja en el sureste de Ohio.

Continuar