15 de enero de 2025
Comentario destacado
Breast cancer literature review
Papi, que andaba en el platanal trabajando mientras su socio avaro y haragán disfrutaba de la vida y sus delicias y en el heracliano río se bañaba el epicúreo, acudió a nuestro llamado con la cañabrava con que estaba apuntalando una mata de plátano. ¿Y qué pasó? Lo que pasó pasó y ya lo conté en «Los Días Azules». Que eran los dos, el muchacho y su ex amigo, unos hijueputas. –¿Ustedes ya no tienen escrúpulos? Conspiran contra la democracia, se meten con la familia del presidente. El gobierno espera críticas sanas, no periodismo amarillo. Una vieja gorda y mala conocida nuestra con quien una vez nos tropezamos en un ascensor, entrando ella y saliendo nosotros, lo saludó con estas exactísimas y textuales palabras que me acompañarán por lo visto hasta la tumba: Antes de que amaneciera, la madre volvía del hospital y lo primero que hacía era entrar en la pieza de Camargo y acariciarle la cabeza. Más de una vez, él había esperado ese momento durante la noche entera, temiendo que la caricia pasara y él no se diera cuenta. La oía abrir la puerta cancel, atravesar el zaguán y la pequeña sala de la entrada, y acercarse a su cama en puntas de pie. Camargo fingía dormir. Había aprendido a fingir con tanta destreza que sus ojos estaban suspendidos e inmóviles en esa eternidad de la caricia y su respiración adquiría una placidez que jamás alcanzaba en los sueños verdaderos. Se estremecía por dentro al oír los susurros del delantal, cada vez más cerca, y oler el perfume a desinfectante que impregnaba el cuerpo de la madre, aun después de bañarse. Luego se preparaba para la extrema suavidad de su tacto: ella lo rozaba con una piel tan inasible, tan aérea, que parecía sólo un suspiro de los dedos. Verónica hablaba en el hueco de mi cuello. Habían pasado dos horas. Yo fumaba uno de sus cigarrillos. –A quién -dijo Santiago. –¿Y quiénes son tus enemigos? -preguntó el ministro, mientras todos losvecos de lasgasettas dale que dale que dale al lápiz-. Cuéntanos, hijo mío. –Dejesé de joder, hombre -dice Camargo. –Hablar -dijo Santiago-. Te toca hablar. –Virgo? Jua, jua, jua, jua. Santiago, que estaba apoyado en la pared, se puso a caminar tranquilamente. Lo seguí. Me pasó un brazo por el hombro y murmuró: –No me acostumbro a nada -te dice, a la vez que ordena con displicencia un whisky doble, con un dedo de agua-. De noche, cuando vuelvo, la calle está desierta. Sólo veo mendigos arrastrándose. No nos damos cuenta, Bitte, pero Buenos Aires está mutando. Es una mariposa que vuelve a su estadode larva. Lo dijo sonriendo pero parecía inquieta. Entonces, con sequedad, Santiago contestó que no. No se trataba de que lo recordara. Pasa que siempre lo repito, dijo. No hace falta recordar algo para repetirlo; hay que haberlo creído. Después ni siquiera hace falta creerlo. Vamos a ver. Qué era al fin de cuentas lo que había dicho anoche. ¿Que el sentido de la belleza es su forma? ¿O algo parecido? ¿O algo peor? La chica lo miraba un poco alarmada. ¡Ay Manrique, barriecito viejo, barriecito amado! Se puede decir que ni te conocí. Desde abajo, desde mi niñez te veía, tus casitas como de juguete y tu iglesia gótica. Una iglesia alta, gris, espigada, de un gótico alucinante, estirándose sus dos torres puntudas como queriendo alcanzar el cielo. Las nubes negras, cargadas, pasaban, y al pasar se pinchaban en sus pararrayos y se soltaba la lluvia. ¡Qué aguaceros! La lluvia en Medellín se puede decir que prácticamente nace en Manrique. En ese barrio donde hoy empiezan las comunas pero donde en mi niñez terminaba la ciudad pues másallá no había nada -sólo cerros y cerros y mangas y mangas donde a los niños que se desperdigaban se los chupaba El Chupasangre- –Sírvame café. Sin miel, sin bollos. Sólo tomo café por la mañana..

Lou Nicholes
Presentando Family Times: Lou Nicholes

¿Por qué no te comprometes a tener devociones diarias con nosotros todos los días de este año? Regístrate al final de la página para recibirlas en tu correo electrónico todos los días. ¡Deja que Dios haga algo especial en tu vida! 

¿QUÉ SACÓ DE TU TIEMPO DE SILENCIO HOY?

Esta es una pregunta que Jack Wyrtzen me hizo en una conversación telefónica hace muchos años. Me gustaría hacerte la misma pregunta. Me quedé sin palabras porque no tenía un plan para leer la Palabra de Dios todos los días y compartirla. Como resultado, esta pregunta cambió el curso de mi vida al leer la Palabra de Dios y compartir mis pensamientos con mi familia y otras personas todos los días. Si deseas recibir estos pensamientos, solo haz clic en el botón a continuación y es gratis .

  • Te llegará por correo electrónico diariamente o una vez a la semana, según elijas.
  • Le llevará a través de la Biblia en 6 años, frase por frase o tema por tema.
  • Llega a ti en pequeños fragmentos de unos pocos versículos cada día.
  • Podrás elegir cualquier versión de la Biblia que quieras leer con un solo clic.
  • Después de leerlo puedes escribir tus pensamientos y aplicaciones si así lo deseas.
  • Luego puedes hacer clic en mi comentario que incluye una explicación sencilla del contenido, una ilustración práctica y una aplicación personal.
  • Hay una página de oración y alabanza de los misioneros que cambia semanalmente.
  • Hay un versículo para memorizar semanalmente que corresponde con lo que estás leyendo.
  • Hay un lugar donde puedes escribir tus pensamientos o hacer preguntas diariamente.

Somos una familia misionera que ha ministrado con Word of Life Fellowship desde 1962. Esta es una organización internacional de jóvenes fundada por Jack Wyrtzen, con sede en Schroon Lake, Nueva York. Lou Nicholes creció en una pequeña granja en el sureste de Ohio.

Continuar