15 de enero de 2025
Comentario destacado
Best way to start a college essay
Pero antes de nada, hermanos, estaba lavesche de encontrar unadébochca que fuera madre de ese hijo. Tendría que ponerme en esa tarea al día siguiente, pensé. Era una ocupación nueva. Era algo que tendría que empezar, un nuevo capítulo que comenzaba. Cuando los demás personajes empezaron a moverse, Reina se sintió parte de un ballet mal ensayado: los edecanes militares y el sudoroso Enzo Maestro, que vestía un traje negro de pompas fúnebres, guiaban al presidente hacia el abad, enarbolando pendones benedictinos, mientras los monjes se alineaban junto a los reclinatorios de la dama benefactora. Un cortejo de monaguillos salió de la sacristía y apagó las velas del altar. El fotógrafo del gobierno emergió de algún escondite situado detrás de los escaños e iluminó la escena con una veloz sucesión de flashes. Nadie prestaba la menor atención a Reina. Si no hago algo, se dijo, el abad se irá y no podré alcanzarlo. –También sabe mi contraseña, Sicardi? –Estoy yendo para allá -le oyó decir-. Ya he pasado Luján, voy a llegar en un par de horas. –¿Qué pasa, hermano? Seguro que puedo caminar adonde tenga que ir. -Pero el veco replicó: Cruzar una calle puede ser algo más que cruzar una calle. La segunda vez que lo pensaba esa mañana. Tener cuidado, pensé, obrar con mucho cuidado. Tocar apenas tu cintura al cruzar esta calle. Contacto tan imperiosamente leve que no podías dejar de sentirlo más allá de la piel. Un cuerpo ahí, otro cuerpo acá. Y entre esas dos islas, la casi inexistente complicidad del tacto. Volvíamos de algún lugar de La Cañada, del fantasma de un murallón español que, hace tres siglos, protegía a la ciudad de las inundaciones y hoy es un nombre y un montón de piedras. El Calicanto, dijiste, la ruina de la ruina de lo que fueun dique. Cruzamos. En dirección opuesta a la nuestra, venía caminando un muchacho. Un adolescente delgado, alto, de ojos oscuros y grandes. Sonreía con familiaridad; es decir: te sonreía. Había un ligero matiz de burla en su cara. Lo vi un segundo más tarde de lo necesario, pero fue suficiente. –Y ahora, Darío, tomáte por favor el caldito caliente que te traje, que hoy no has comido. (…¿solo?, ¿único en el mundo?, ¿separado del resto de los hijos de puta que habitan este cementerio y te miran como a un peligroso ejemplar contra natura?, ¿jodido pero contento?, ¿como fraguado en un metal purísimo?…) Junto al muro de la Cañada pasaba, con su alcancía y su gorrito, una vieja señorita del Ejército de Salvación a la que nunca había visto en mi vida, no todavía. Dije que debía ser un símbolo, Ejército de Salvación nada menos, agregué que se parecía un poco a la Cavarozzi y te reíste. Plaza Irlanda, pensé,y encendí un cigarrillo y me quedé pensando. Marienbad. ¿Hace un año?, ¿en ¡viarienbad? Entonces sí que vi a alguien conocido. Panzón e inmenso, con un pañuelo a cuadros colgándole del bolsillo de la sotana, allá enfrente iba el padre Custodio Cherubini. Se inclinó al pasar, me sonrió,y metiendo el pulgar entre el dedo índice y el dedo mayor hizo el gesto que los italianos llamanfiga. Le compré una casetera y él se compró unos casetes. Una hora de estrépito aguanté. "¿Y tú llamas a esta mierda música?" Desconecté la casetera, la tomé, fui a un balcón y la tiré por el balcón: al pavimento fue a dar cinco pisos abajo a estrellarse, a callarse. A Alexis le pareció tan inmensoel crimen que se rió y dijo que yo estaba loco. Que no se podía vivir sin música, y yo que sí, y que además eso no era música. Para él era música "romántica", y yo pensé: a este paso, si eso es romántico, nos va a resultar romántico Schónberg. –Una laguna oleosa, y sobre todo el cansancio -y me pregunté por qué estaba hablando con el jujeño de estas cosas-, pero un cansancio como de abrirse paso en un pantano. Y siempre pienso lo mismo. –Supongo que porque era todo lo contrario de lo que ya soñaba. –No. Me preguntaba si se sabe por qué discutieron López y tu abuelo. –En ese hotel pernocta un escritor. Espósito. Un escritor muy importante. Dígale que lo llama la madre. Rápido, por favor. Mientras recorría las calles oscuras y bastardas de invierno después deitear delmesto de té-y-café,videé visiones parecidas a esos dibujos de lasgasettas. Alex, Vuestro Humilde Narrador, regresaba a casa del trabajo para cenar un buen plato caliente, y unaptitsa acogedora lo recibía amorosamente. Pero no conseguíavidearlo, hermanos, ni imaginar quién podía ser. Sin embargo, tuve la profunda certeza de que si entraba en la habitación próxima a aquélla donde ardía el fuego y mi cena caliente esperaba sobre la mesa encontraría lo que realmente deseaba, y de pronto todo cuadró, la fotografía recortada de lagasetta y el encuentro con Pete. Porque en esa otra habitación, en una cuna, mi hijo gorjeaba gu gu gu. Sí sí sí, hermanos, mi hijo. Y sentí unbolche agujero dentro de miploto, que me sorprendió incluso a mí. Comprendí lo que estaba sucediendo, oh hermanos míos. Estaba creciendo. Tomé la jeringa de la repisa, le quité el protector de plástico a la aguja, y sosteniendo el frasco con la mano izquierda y la jeringa con la derecha, metí la aguja en el frasco por el tapón de caucho, jalé el émbolo y la llené de Eutanal. Volví a tapar la aguja con el protector para no irme a Pinchar, me guardé la jeringa llena en el bolsillo de la camisa, sal¡ del baño al cuarto y del cuarto al pasillo y crucé la biblioteca. En la puerta de su cuarto me detuve antes de entrar y traté de ver en la penumbra. Carlos, que había pasado la noche a su lado en un sillón, se levantó alverme llegar..

Lou Nicholes
Presentando Family Times: Lou Nicholes

¿Por qué no te comprometes a tener devociones diarias con nosotros todos los días de este año? Regístrate al final de la página para recibirlas en tu correo electrónico todos los días. ¡Deja que Dios haga algo especial en tu vida! 

¿QUÉ SACÓ DE TU TIEMPO DE SILENCIO HOY?

Esta es una pregunta que Jack Wyrtzen me hizo en una conversación telefónica hace muchos años. Me gustaría hacerte la misma pregunta. Me quedé sin palabras porque no tenía un plan para leer la Palabra de Dios todos los días y compartirla. Como resultado, esta pregunta cambió el curso de mi vida al leer la Palabra de Dios y compartir mis pensamientos con mi familia y otras personas todos los días. Si deseas recibir estos pensamientos, solo haz clic en el botón a continuación y es gratis .

  • Te llegará por correo electrónico diariamente o una vez a la semana, según elijas.
  • Le llevará a través de la Biblia en 6 años, frase por frase o tema por tema.
  • Llega a ti en pequeños fragmentos de unos pocos versículos cada día.
  • Podrás elegir cualquier versión de la Biblia que quieras leer con un solo clic.
  • Después de leerlo puedes escribir tus pensamientos y aplicaciones si así lo deseas.
  • Luego puedes hacer clic en mi comentario que incluye una explicación sencilla del contenido, una ilustración práctica y una aplicación personal.
  • Hay una página de oración y alabanza de los misioneros que cambia semanalmente.
  • Hay un versículo para memorizar semanalmente que corresponde con lo que estás leyendo.
  • Hay un lugar donde puedes escribir tus pensamientos o hacer preguntas diariamente.

Somos una familia misionera que ha ministrado con Word of Life Fellowship desde 1962. Esta es una organización internacional de jóvenes fundada por Jack Wyrtzen, con sede en Schroon Lake, Nueva York. Lou Nicholes creció en una pequeña granja en el sureste de Ohio.

Continuar