15 de enero de 2025
Comentario destacado
A dissertation upon roast pig
–¿Adónde? -preguntó Rick. Papi, que andaba en el platanal trabajando mientras su socio avaro y haragán disfrutaba de la vida y sus delicias y en el heracliano río se bañaba el epicúreo, acudió a nuestro llamado con la cañabrava con que estaba apuntalando una mata de plátano. ¿Y qué pasó? Lo que pasó pasó y ya lo conté en «Los Días Azules». La viste sentarse ante la computadora y revisar el correo. Estaba agitada, sin tiempo para responder a los mensajes. De día era más difícil observarla, porque la luz de la calle dejaba demasiados espacios en la penumbra. Pero sus movimientos se volvían nítidos cuando estaba cerca de la ventana, se miraba al espejo o abría la heladera. El carretillero cayó al pavimento y al soltar las riendas el caballo paró. Un carro que venía a toda verraca, ventiado, se detuvo en seco contra el carretillero estripándolo pero no lo mató: no lo mató porque ya estaba muerto. Y perdón por la palabrita que grité arriba pero es castiza: son los mismos "hideputas" que dijo Don Quijote aunque elevados a la enésima potencia. De todos modos, con perdón. Es que los animales son el amor de mi vida, son mi prójimo, no tengo otro, y su sufrimiento es mi sufrimiento y no lo puedo resistir. Como su rabia impotente de niño no podía alcanzarnos (con un cuchillo de carnicero, por ejemplo, para degollarnos), cual alacrán que al verse cercado por el fuego vuelve la cola contra si mismo y la ley de Dios y se clava la ponzoña, así Gonzalito Rendón Rendón se partía contra el embaldosado duro y frió de Santa Anita la cabeza, su cabecita dura, dura, loca, loca. Entonces le gritábamos: –¿Nunca pensaste que hay cosas que se dicen porque sí, sin que signifiquen nada? –Un verdadero placer -oí decir a otromilitso, mientras metolchocaban y metíanscorro en el auto-. El pequeño Alex, todo para nosotros. Pero la realidad está en tu contra. Mientras hablabas con Momir desconectaste los celulares, y ahora advertís que en los dos hay mensajes desesperados. Maestro ruega que vayas cuanto antes a tu despacho. El presidente ha despedido a medio gabinete, dice, y se ha enredado en una pelea mortal con los aliados que lo llevaron al poder. No quiere oír las razones de nadie, salvo las de sus hijos. La crisis es ya tan grave que puede renunciar el vicepresidente. El diario está inmovilizado, Camargo: todos a tu espera, dice Maestro en el contestador. ¿Cómo voy a autorizar los títulos de primera página sin que losveas? Tengo ya los borradores listos, sobre tu escritorio. Una vez más pensás cuán certero fuiste al elegirlo para que te secunde. A la mitad de los redactores les repugnó. Fue el vocero con menos escrúpulos que haya conocido el país, te dijeron. Ni durante la dictadura hubo alguien así. Exageran. Lo llamaste a tu lado porque no discute órdenes: las perfecciona. La lealtad sin quebranto que le profesó al presidente anterior ahora te la profesa a vos. Y la imaginación dañina, maliciosa, con que entretuvo al país mientras su jefe robaba a mansalva, ha ido refinándose en el diario. No puede crear hechos, como antes, pero es un malabarista jugando con ellos, corrigiéndolos y desplazándolos. La vida es injusta con hombres como Maestro, te has repetido más de una vez. En un país menos insignificante que la Argentina habría sido un Fouché, un Kissinger, un J. Edgar Hoover. En la biografía de ninguno de ellos hay una joya de la distracción tan admirable como la falsa penitencia del anterior presidente en Los Toldos, en la zanja de Alsina y en el Valle de la Luna simultáneamente: tres golpes de dados que desembocaron en un solo azar. ¿Por qué semejante berrinche, semejante escándalo tan desmedido por tan poca cosa? ¿Qué le molestaba del apodo cariñoso? ¿La «a» del femenino? Pero «Sasha» es nombre de hombre en ruso y termina en «a», y porque le digan a un tus¡to «Sasha» no se va a romper la crisma a topetazos. ¿Con diminutivo también? Entonces, por experimentar: El vacío de la vida de Alexis, más incolmable que el mío, no lo llena un recolector de basura. Por no dejar y hacer algo, tras la casetera le compré un televisor con antena parabólica que agarra todas las estaciones de esta tierra y las galaxias. Se pasa ahora el día entero mi muchachito ante el televisor cambiando de canal cada minuto. Y girando, girando la antena parabólica al son de su capricho y de la rosa de los vientos a ver qué agarra para dejarlo ir. Sólo se detiene en los dibujos animados ¡Pías! Caía un gato malo sobre el otro y lo aplastaba: lo dejaba como una hojita finita depapel que entra suave por el rodillo de esta máquina. –De mi abuela materna. Era brasileña. Se llamaba Regina Maria da Gloria. A mí casi me ponen Reina Isabel. Se contuvieron justo a tiempo. –Bueno -dijo Toro-, siempre te habíamos tenido por el rey en esas cuestiones y además el maestro. No te encuentras bien, eso es lo que te pasa, viejodrugo. –No entremos -dije. Por la escalera principal, etéreo, translúcido, como una aparición, subía Darío flotando en una nube de marihuana. Lo vi, me vio, y no nos dijimos nada. Desde que volvió a tomar le había retirado la palabra a ese irresponsable. Si se quería matar, allá él, que se matara. Gente es lo que sobra en este mundo. Tímidamente pasó al cuarto de papi, como si fuera un extraño que no estuviera invitado. Yo me quedé en la biblioteca frente a ese cuarto viendo entrar y salir gente: hermanos, hermanas, sobrinos, sobrinas, cuñados, cuñadas. Carlos llamaba en esos momentos a la funeraria. Poco después llegó un médicoa firmar el certificado de defunción. Causa de la muerte: hepatoma. Exacto, hepatoma, que dicho en lenguaje llano es cáncer del hígado, que dicho en cristiano es muerte. –Y de qué hablaban. –Tendrán que entender de una vez -continué- quién es el amo. –No. Nunca aprendí. En realidad, sí aprendí; pero no creo que me sirva en esta casa. Bailo el minué. No veo qué tiene de malo. Me lo enseñaron en el colegio. Yo hacía de Monteagudo y, por algún motivo, debía bailar el minué con una dama de la sociedad peruana que iba a primero superior. Era lindísima, pero tenía olor a pis. Te agradecería que no mires por encima de mi cabeza cuando te hablo, me hace el efecto de ser invisible. El día de la fiesta me negué. Nadie podía obligar a Monteagudo a bailar con una meona. –Alta..

Lou Nicholes
Presentando Family Times: Lou Nicholes

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¿QUÉ SACÓ DE TU TIEMPO DE SILENCIO HOY?

Esta es una pregunta que Jack Wyrtzen me hizo en una conversación telefónica hace muchos años. Me gustaría hacerte la misma pregunta. Me quedé sin palabras porque no tenía un plan para leer la Palabra de Dios todos los días y compartirla. Como resultado, esta pregunta cambió el curso de mi vida al leer la Palabra de Dios y compartir mis pensamientos con mi familia y otras personas todos los días. Si deseas recibir estos pensamientos, solo haz clic en el botón a continuación y es gratis .

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Somos una familia misionera que ha ministrado con Word of Life Fellowship desde 1962. Esta es una organización internacional de jóvenes fundada por Jack Wyrtzen, con sede en Schroon Lake, Nueva York. Lou Nicholes creció en una pequeña granja en el sureste de Ohio.

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