15 de enero de 2025
Comentario destacado
123 essays
Luego, en papel de envoltura de cigarrillos Pielroja, fue enrollando el cigarro de marihuana, que selló con saliva y que empezó a fumar con aspiraciones profundas. Y mientras el humo arcano le iba enturbiando el alma se puso a recordar un muchacho negro buenísimo que nos habíamos conseguido en el Central Park de Nueva York, una noche del verano. –Bueno. No empecemos. Ni médicos ni curas soporto yo. Ni politicos ni burócratas ni policías, etcétera, etcétera. Cuando a una sociedad la empiezan a analizar los sociólogos, ay mi Dios, se jodió, como el que cae en manos del psiquiatra. Por eso no analicemos y sigamos: "Con el radio apagado, señor taxista, que ya tengo muy oído ese vallenato, y no lo resisto". El helicóptero se desplazó entre campos de alfalfa y remolinos de polvo, sobrevoló una costra de casas chatas y desoladas, y se detuvo primero en la estación de ferrocarril vacía, luego en una plaza cuadrada e insulsa, a cuyos costados pasaban viejas carretas y automóviles desvencijados. «Ésta es una tierra sagrada», dijo el locutor. «Una tierra predestinada a la gloria. Hay más de tres mil indios pampas afincados en las chacras feraces que el general Bartolomé Mitre donó hace ciento cuarenta años. A tres kilómetros de la plaza que estamos viendo ahora, en una estancia llamada La Unión, nació en 1919 una de las figuras cumbres del pasado argentino: Eva Perón, Evita, la abanderada de los humildes. Acá Evita aprendió a caminar, a leer y escribir, acá conoció las injusticias del mundo. En la escuela de tres aulas que ven ustedes a la derecha, Evita cursó los dos primeros grados, antes de que la familia se mudara a Junín. Toda esta historia es simbólica, ¿verdad? Nuestro presidente, iluminado por la visión sobrenatural de Jesucristo, ha venido a rezar por el bienestar del pueblo argentino en el mismo lugar donde Evita Perón inició su vida de gloria y de martirio…» Cada comuna está dividida en varios barrios, y cada barrio repartido en varias bandas: cinco, diez, quince muchachos que forman una jauría que por donde orina nadie pasa. Es la tan mentada "territorialidad" de las pandillas que se estaba decidiendo la otra tarde en Sabaneta. Por razones "territoriales", un muchacho de un barrio no puede transitar por las calles de otro. Eso sería un insulto insufrible a la propiedad, que aquí es sagrada. Tanto pero tanto tanto que en este país del Corazón de Jesús por unos tenis uno mata o se hace matar. Por unos tenis apestosos estamos dispuestos a irnos a averiguara qué huele la eternidad. Yo digo que a perfume neutro. Pero no nos desviemos de las comunas de aquí abajo y sigamos subiendo, viendo: ojos secretos nos espían por las rendijas: ¿Quiénes seremos? ¿Qué querremos? ¿A qué vendremos? ¿Seremos sicarios contratados, o vendremos a contratar sicarios? –También sabe mi contraseña, Sicardi? –Apague el fogón m'hija -les gritaba desde arriba-, y en el calor residual de la parrilla me calienta un café. Víctor se apoyó contra el marco de la puerta (lo que tenía más cerca) y vi el dolor y el pasmo reflejados en su cara. Era amigo de papi desde antes de que yo naciera, y en los ¡res y ven¡res de sus vidas, de sus largas vidas, ni la sombra de una desavenencia había empañado su entrañable amistad. Tuvieron juntos una finca, La Solita, y un periódico, El Poder. Dos fracasos, y se explica en tratándose de caballeros, pues el éxito es prerrogativa de granujas. No sé por qué le pusieron a su periódico semejante nombre que designa el más grande embeleco de cuantos le han llenado su cabecita ventajosa y roma al hombre, siendo que ellos eran gente de bien y ese señuelo infame lo más lejano de sus ilusiones, que se iban cabalgando por los potreros de La Solita entre terneras y vacas, con el sol en la cabeza y con el viento en la cara, yuna botellita de aguardiente en las alforjas. El poder, inocentes, en Colombia no está en un potrero: está en el solio de Bolivar o silla de la ignominia donde sientan, en ese país sin remedio, sus liberales o conservadores culos los presidentes, nuestra roña. Al crecer la noche, la calle desierta había crecido también y ahora iban y venían por la penumbra los cuerpos felices de travestís que empezaban su ronda, los viejos que manejaban sus automóviles con la cabeza fuera de la ventana, husmeando el sexo en el aire tibio, arrojando redes de sexo hacia los cardúmenes de la noche, y las parejas desesperadas por hacer el amor ahí mismo, nudos de parejas negándose a despegarse, mientras las locomotoras tardías de los maniseros ofrecían con desesperanza las cenizas que les quedaban, sus luces últimas de almendras y castañas. Era el fin del invierno y parecía ya el verano. Era todavía ayer y parecía pasado mañana. En la frágil noche, todo se rompía. ¿También la madre? Ahora que él tenía sesenta años, ella andaría por los noventa y dos. El pasado se le iba cayendo a pedazos. Sólo el aroma de Reina seguía de pie, incorruptible como el sol. Fue loúltimo que comentó porque lo oyó el ángel, y de un tiro en la boca lo calló. Per aeternitatis aeternitatem. –Oh no, not again! -exclamaba Darío en inglés, desesperado, iracundo. –A usted -dijo la señorita Cavarozzi. –Bien,drugos míos -dije-, ahora sabemos cómo están las cosas. ¿Sí, Pete? –Salgo corriendo o me quedo -preguntó suavemente Bastían, mientras Espósito se ponía de pie con mucha lentitud. Bastían también enderezó un poco el cuerpo; pero con gesto causal, sin separar las manos del respaldo del sillón. -Se ve que sos un tipo muy completo -dijo Bastían-. Y cuándo vas a pegarme. Entonces me desperté verdaderamentescorro, el corazón me hacía bap bap bap, y por supuesto sonaba una campanilla brrrr, y era el timbre de la puerta de calle. Pensé hacerles creer que no había nadie en casa, pero ese brrrrr seguía sonando, y entonces oí unagolosa a través de la puerta: -Vamos, ábreme de una vez, sé que estás en la cama. -En seguida reconocí lagolosa. Era P. R. Deltoid (unnaso verdaderamenteglupo), lo que ellos llamaban Asesor Postcorrectivo, unveco sobrecargado de trabajo, con centenares de tipos en su lista. Grité bueno bueno bueno, congolosa de sufrimiento, bajé de la cama y me vestí, oh hermanos míos, con una hermosa bata de símil seda, toda estampada con dibujos de las grandes ciudades. Luego me calcé en lasnogas unostuflos de lana muy cómodos, me peiné losglorias y me consideré listo para recibir a P. R. Deltoid. Cuando abrí la puerta elveco entró bamboleándose, con un aspecto gastado, el maltrechoschlapa sobre lagolová , el impermeable sucio. -Ah, Alex, muchacho -me dijo-. Me encontré con tu madre, sí. Dijo algo acerca de que sufrías no sé qué dolor. Por lo tanto no fuiste a la escuela, sí. No podes darte cuenta de siél está lúcido o bajo el efecto de alguna droga cuando entran al cuarto de la mujer. En el ascensor se ha movido con torpeza, enredado todavía en los telares del sueño. Después, más allá del corto pasillo de acceso, la luz del velador le hiere los ojos y, cuando alza las manos para cubrírselos, ves que tiene las pupilas dilatadas. Le has encarecido una y otra vez que se mantenga ágil y alerta para la misión de esa noche. Le has ordenado que no beba y, si es posible, que tampoco se llene el estómago de la podredumbre que sirven en los refugios de caridad. Le has dicho: «Cuando todo termine, podrás hacer lo que quieras, Momir. Podrás hartarte de alcohol, de cocaína. Vas a ser dueño de tu cuerpo. Pero sólo una sola vez, sólo esta noche, voy a necesitar lo que aún te queda de inteligencia, de fuerza, de salud». Lo que le has pedido es apenas un destello de su estropeadanaturaleza: le has pedido un brote de su indecencia, de la vida que él mismo ha echado a perder. Y a cambio le has ofrecido la vuelta a casa. Es algo que no se mide en pasaportes ni en pasajes sino en algo mucho más sutil: en sentimientos perdidos que se dejan caer dentro del ser tal/como fueron alguna vez, tan nítidos como esos dibujos que aparecen en los cuadernos cuando los niños van humedeciendo los contornos con sus dedos. Cualquier otro pagaría por hacer el servicio que estás pidiendo y te enfurece, cada vez que lo piensas, la hostilidad con que la sin techo ha exigido su parte. Njegov pasa, passaporto, qué audacia..

Lou Nicholes
Presentando Family Times: Lou Nicholes

¿Por qué no te comprometes a tener devociones diarias con nosotros todos los días de este año? Regístrate al final de la página para recibirlas en tu correo electrónico todos los días. ¡Deja que Dios haga algo especial en tu vida! 

¿QUÉ SACÓ DE TU TIEMPO DE SILENCIO HOY?

Esta es una pregunta que Jack Wyrtzen me hizo en una conversación telefónica hace muchos años. Me gustaría hacerte la misma pregunta. Me quedé sin palabras porque no tenía un plan para leer la Palabra de Dios todos los días y compartirla. Como resultado, esta pregunta cambió el curso de mi vida al leer la Palabra de Dios y compartir mis pensamientos con mi familia y otras personas todos los días. Si deseas recibir estos pensamientos, solo haz clic en el botón a continuación y es gratis .

  • Te llegará por correo electrónico diariamente o una vez a la semana, según elijas.
  • Le llevará a través de la Biblia en 6 años, frase por frase o tema por tema.
  • Llega a ti en pequeños fragmentos de unos pocos versículos cada día.
  • Podrás elegir cualquier versión de la Biblia que quieras leer con un solo clic.
  • Después de leerlo puedes escribir tus pensamientos y aplicaciones si así lo deseas.
  • Luego puedes hacer clic en mi comentario que incluye una explicación sencilla del contenido, una ilustración práctica y una aplicación personal.
  • Hay una página de oración y alabanza de los misioneros que cambia semanalmente.
  • Hay un versículo para memorizar semanalmente que corresponde con lo que estás leyendo.
  • Hay un lugar donde puedes escribir tus pensamientos o hacer preguntas diariamente.

Somos una familia misionera que ha ministrado con Word of Life Fellowship desde 1962. Esta es una organización internacional de jóvenes fundada por Jack Wyrtzen, con sede en Schroon Lake, Nueva York. Lou Nicholes creció en una pequeña granja en el sureste de Ohio.

Continuar